-->
Cursaba el segundo grado
era estudiante de honor
para poder participar
del conjunto típico y de su maratón.
Con sólo siete años
nos enseñaban a salomar
moviendo las caderas
aprendíamos a bailar.
Un grupo de pareja de diez
integraban el conjunto
para las presentaciones
que se hacían por turno.
Iniciábamos practicando
el paseo corrido y el zapateo
con la vuelta y la seguidilla
lo esencial para el baile.
Ensayábamos todos los días
los diversos pasos
teníamos que estar listos
en los diferentes bailes.
-->
Cuando nos presentábamos
las niñas con polleras marcadas
y los niños con camisilla
al conjunto engalanábamos.
El punto lo bailábamos
con elegancia y donaire
mientras que en la cumbia
sudábamos hasta el cansancio.
El danzón cumbia,
me gustaba mucho más
como baile de antaño lo ejecutábamos
y el público no podía hablar.
Durante el tamborito
las niñas entonaban
cánticos tradicionales
al ritmo de las palmadas.
Los niños las sacaban
a la ronda a bailar
esperaban los tres golpes
y continuaban sin cesar.-->
Con la espina, se llegaba
al gran duelo esperado
la competencia de zapateo
de saloma y escobillado.
Para el cierre final
en tuna se despedían
practicaban todos los días
y así culminarían.
No hay comentarios:
Publicar un comentario