Nuestro nacimiento como República estuvo inmerso dentro de grandes
intereses geoestratégicos para los Estados Unidos de América que ya habían
comprado, la Compañía francesa con el objeto de construir el Canal. Así, el 6
de noviembre, nos reconocían como Estado independiente y el 18 de noviembre de
1903 se firmaba el Tratado Hay-Bunau Varilla.
Las luchas revisionistas del Tratado de 1903 no cesaron. Tras la
Segunda Guerra Mundial, muchos lugares dentro del territorio se convirtieron en
sitios de defensa estadounidense, que al finalizar la misma, fueron devueltos al país. Las
reivindicaciones nacionalistas (1958 y 1959), por nuestra soberanía,
continuaban. El Acuerdo Chiari-Kennedy (1962) logra que se izara nuestra
bandera en la Zona del Canal conjuntamente con la de USA. La no aceptación por
los zonians, condujo a los acontecimientos del 9, 10 y 11 de enero de 1964 y,
que se rompieran relaciones diplomáticas con USA. Estos hechos aunados a una
crisis hegemónica, provocaron los acontecimientos generados en octubre de 1968. A partir de la fecha, hay un cambio en la manera de hacer y de
ejercer la diplomacia panameña.
El 7 de septiembre de 1977 se firmaban, los Tratados Torrijos-Carter,
en donde se estableció fecha límite para la presencia estadounidense en el
territorio y, se ponía fin al tratado de 1903. El 1 de octubre de 1979 entraron
en vigencia y, a pesar de la aprobación de la Ley 96-70 (concebida, aprobada y
aplicada con la mayor mala fe de parte de sus autores), los tratados se
cumplieron.
Hay quienes se preguntan si realmente a las áreas revertidas se
les dio el mejor uso social posible, si los beneficios que genera el Canal le
llegan a todos los panameños o si existe una administración del Canal abierta
que le brinde oportunidades de trabajo y crecimiento a más panameños. Aún hay
temas pendientes son un reto para el actual gobierno. En materia bilateral, con USA, sigue pendiente la limpieza de los antiguos sitios de
defensa que fueron contaminados durante los años de su presencia militar. En el
2017 se destruyeron 8 bombas químicas (entre 500 y 1000 libras) en la Isla San
José; quedan alrededor de 3,175 hectáreas contaminadas en el país, según el
informe de abril de 2019 de Sáez Escobal publicado en el Confidencial. Los
peligros por la contaminación siguen estando.
A 42 años de la firma del Tratado que nos devolvió la soberanía y
el mayor activo del Estado, es impostergable que se trabaje en pro de las
mayorías del país y no de los sectores privilegiados. Un país con 3.6 millones
de habitantes, en donde el 19% de la población vive en hogares
multidimensionalmente pobres, según el índice de pobreza multidimensional y que
los distritos más pobres, se encuentran en las comarcas; es por ello que las
iniciativas y el desarrollo de proyectos que se promuevan y desarrollen deben
estar encaminados a promover un modelo inclusivo y sostenible con base a
nuestro interés nacional.