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Madre hermosa descrita por sabios
Dobo tibiem, Parvati, Gaia o Freya…
De tu vientre fecundo la divina esencia
paraíso enlazado en el corazón del mundo
hombres valientes, natos de cuna.
De abundancia de peces, tus mares tienen
mariposas diversas en el paisaje, fluyen
bosques tropicales de árboles frondosos con tu nombre ensalzan
espigas doradas resplandecen y el campesino corta
la ambrosía y el néctar que la Dobo tibiem brinda.
Dobo tibiem orgullo del campesino
el (la) cholo (a) del (la) labriego (a) del originario (a) y orejano (a)
del (de la) negro (a) y del (de la) blanco (a) que se mezclan en esta tierra
gritan con ahínco la defensa de su seno cercenado
desde el regazo de la madre que nos alimenta y cuida.
Pensaron que no sentíamos los vejámenes contra nuestra madre
imaginaron una generación en profundo mutismo
porque guardamos silencio bajo el simbolismo puro de la comodidad
parecíamos desapegados (a), ausentes e indolentes
asentíamos el abuso de quien con desparpajo nos dirigen (porque quién
gobierna)
lastimándonos el orgullo que erige la nación libre.
El baile gansteril de los cuarenta y cinco (45) miserables diputados
vendieron la patria por millones de la mina
ostentosos, ignorantes y repudiados quedaron al descubierto
despertaron el disgusto (cabreo) de los hijos de aquella madre que en el alma la llevamos
el eco del repudio de un joven pueblo vejado que se levanta y grita.
Se tiñe nuestra tierra de la sangre derramada, en un mes de efemérides y de gloria
valientes maestros del pueblo, clamando justicia, se arrojan a la lucha
bajo la indiferencia de quién gobierna a espalda de las mayorías
la madre patria se desgarra ante la traición sufrida, caen los mártires de la tierra mía.
Tierra hermosa que sufres los embates,
patria valerosa te pedimos que resistas
del abuso, el pillaje, la indiferencia y el hastío
de políticos deshonestos que buscan excusarse
porque grandes panameños (as) en tus pueblos ofrendan su vida
por proteger en tu regazo los recursos de esta tierra
y garantizarles a tus hijos paz y soberanía.
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