jueves, 18 de noviembre de 2021

Política internacional y los derechos humanos: los pueblos indígenas como grupo en vulnerabilidad. Caso mexicano. Venicia Chang

Autora: Venicia Chang 

Palabras claves: política internacional, política exterior, derechos humanos, grupos vulnerables, comunidades indígenas. 

Con el objeto de poder cumplir la asignación programada dentro de la materia “La protección de los derechos humanos de los indígenas y de los grupos vulnerables” dentro del programa de estudio del Doctorado en Derechos Humanos, nos vemos encomiados en preparar un ensayo que contenga dentro de su marco teórico, el desarrollo de la transversalidad de los enfoques de género, de derechos humanos e interculturalidad en la protección integral y defensa de los derechos humanos de los pueblos y comunidades indígenas y los grupos en situación de vulnerabilidad. Con los referidos enfoques, los instrumentos internacionales surgidos con el fin de proteger la dignidad y los derechos humanos, así garantizados tanto por el Sistema Universal de protección de los derechos humanos  y a través del Sistema Interamericano de protección y defensa de los mismos; aunado al reacomodo a través de las diversas modificaciones y/o reformas a la Carta Magna y al ordenamiento jurídico interno -que han dado lugar a que se creen los necesarios parámetros de control-  y las tres (3) recomendaciones generales de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (en adelante CNDH): 27/2016 sobre  el derecho a la consulta previa de los pueblos y comunidades indígenas de la República Mexicana; el 35/2019 sobre la protección del patrimonio cultural de los pueblos y comunidades indígenas de la República Mexicana y el 36/2019 sobre la situación de la población jornalera agrícola en México; se hace propicia la ocasión para identificar con una clara apertura y propósito nuestro enfoque y poder ubicar la especificidad a ensayar.  Proponemos el ensayo con el título “Política internacional y los derechos humanos: los pueblos indígenas como grupo en vulnerabilidad. Caso mexicano” en el cual se presentará y sustentará el tema de manera introductoria, se definirán los conceptos apremiantes, el desarrollo dentro de la política internacional de los derechos humanos y cómo esa relación producida entre el Estado, la sociedad y el derecho, han hecho la lucha para ejecutar las políticas públicas holísticas dentro de los pueblos indígenas en México con la finalidad de poder cumplir la agenda global que se ha establecido y en beneficio de estos grupos en vulnerabilidad.

 

Estudio introductorio: Resulta de importancia abordar los temas inherentes a las Relaciones Internacionales, a la política internacional y a la política exterior del Estado mexicano, ello con la finalidad de poder crear un marco de referencia sobre lo que las mismas son y representan en el estudio o el abordaje de los pueblos originarios o de las comunidades indígenas.

Por otro lado, la historiografía mexicana referente al tema de desarrollo de los derechos humanos tardó en desarrollarse debido al propio sistema político que existía en México caracterizado por la centralización férrea que mantenía y los actos de represión[1] que se dirigían frente a los movimientos de lucha y de reivindicación social. Prueba de ello fue el movimiento estudiantil de 1968, duramente reprimido y que generó más de 300 muertes. La masacre fue cometida por el Ejército Mexicano y el grupo paramilitar Batallón Olimpia en contra de una manifestación pacífica (CNDH, Matanza de Tlatelolco, s.f.). Las muertes perpetradas por el poder del Estado, entrañaba también la ejecución del artículo 145 del Código Penal Federal (disolución social) como un arma del régimen autoritario. Por otro lado, durante las dos décadas siguientes, poco o casi nada se trabajó en materia de derechos humanos. No resultaba ser una prioridad para los gobiernos priistas que se sucedieron en el poder. En términos[VC1]  generales referente a la política exterior esgrimida por los gobernantes, la basaban en el principio de no intervención con el objeto de evitar a toda costa la injerencia de organizaciones internacionales en materia de derechos humanos en sus asuntos y lo que era aún peor, que pudiesen opinar sobre la situación paupérrima en materia de la dignidad de las personas y de lo concerniente a los derechos humanos. 

En la década de los noventa (’90) e inicios del nuevo milenio, durante los sexenios de los panistas[2] Vicente Fox[3] y de Felipe Calderón[4], el tema respecto a los derechos humanos va a tomar fuerza y se va a iniciar una política de mayor protección frente a los mismos; aunado a los cambios constitucionales que se irán gestando debido al predominio y los alcances del derecho internacional de los derechos humanos.

 

Desarrollo del tema: Con la transformación del Estado-Nación, los procesos globales[5], los nuevos enfoques de las Relaciones Internacionales (en adelante RI), el surgimiento de la sociedad civil internacional, la crisis del modelo capitalista neoliberal, el carácter plurinacional y pluricultural del Estado-Nación (Fuentes, 2017); han provocado que el Estado se convierta en un ente cambiante. Así sigue siendo el objeto de estudio de las RI, aunado además a esa sociedad internacional, compuesta también de los OIG, las empresas transnacionales globales, las agencias financieras, las ONG’s, guerrillas y del propio individuo; situándose hoy, los pueblos originarios, como actores de las RI. Dicho lo anterior, toca entender que el enfoque ontológico (sobre el ser y la existencia de los derechos humanos) y la epistemología de los derechos humanos, como, no exclusiva del mundo jurídico (Llatas, s.f.), con la aceptación e incorporación de muchas otras áreas y por ende de expertos (Relaciones Internacionales, Sociología, Antropología, Historia, etc.) ha sido importante para el desarrollo y avance de estos mismos de una manera interdisciplinaria y de enfoque multiprofesional, que centra como único parámetro y foco el respeto por la dignidad humana. Con los cambios sufridos en el sistema internacional y la existencia de nuevos actores de las RI[6], la política internacional como parte de las relaciones internacionales, tiene como rol acompañar la agenda internacional de los Estados, fortalecer las acciones multilaterales que se generen, incrementar las relaciones bilaterales, propiciar el intercambio y las sinergias necesarias. De esta manera podemos vincular la política internacional con los derechos humanos y por ende con cada uno de los Estados.  La política exterior[7] en materia de derechos humanos es el conjunto de decisiones, acciones, objetivos, estrategias, medidas y posiciones que adoptan los Estados más allá de sus fronteras[8].

 

El Derecho Internacional de los Derechos Humanos (DIDH)[9] se desarrolló para promover y proteger los derechos humanos a nivel internacional, regional y nacional. Contine instrumentos internacionales imprescindibles (tratados en materia de derechos humanos)[10], establece las obligaciones que deben respetar los Estados (pacta sunt servanda[11]) y en su desarrollo se han consolidado el Sistema Universal de Protección de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas y los Sistemas Regionales de Protección de los Derechos Humanos (Sistema Interamericano de Protección de los Derechos Humanos/OEA). Los derechos humanos se sitúan en todo el Sistema de las Naciones Unidas[12] como tema transversal para todas las políticas y los programas que se lleven a cabo dentro de áreas como el desarrollo, la paz y la seguridad, la asistencia humanitaria, asuntos económicos y sociales (Humanos, 2021) y el avance del mismo (y lo que ello implica), está sujeto a los Estados en el ejercicio de su potestad soberana a través del reconocimiento y defensa de los derechos humanos  y de las garantías procesales. En los Estados en donde se han ratificado los diversos tratados e instrumentos en materia de derecho humanos, se ha vuelto imperativo la inclusión, en los ordenamientos jurídicos internos y han sido adicionados a las políticas exteriores de los Estados, es decir, cumpliendo con la política internacional. El desarrollo de la política internacional de los derechos humanos respecto a los cambios de visión y físicos (de la Guerra Fría a la globalización) sufridos en la sociedad internacional (como por ejemplo las consecuencias de las revoluciones de otoño de 1989 como fue la caída del Muro de Berlín, las revoluciones cantadas, la revolución de terciopelo, posteriormente la desintegración de la U.R.S.S., la guerra en los Balcanes, el genocidio en Ruanda y Yemen, etc.), la globalización y la apertura de los mercados/multipolaridad económica, el nuevo orden, produjeron cambios sustantivos al status quo, violaciones gravísimas a los derechos humanos, que significaron la  reconfiguración del derecho internacional de los derechos humanos.

 

En el caso preciso del Estado mexicano, vemos como producto de esos supra citados cambios que se gestaban (unipolaridad, promoción de las democracias, multipolaridad económica mundial (acuerdos comerciales TLC y TLCUEM), nuevo orden mundial, la creación de una corte penal[13] con carácter permanente a nivel universal, la ratificación a nivel regional de la Convención o del Pacto de San José, etc.), como factores externos, van a influir tanto en el ordenamiento jurídico interno y en materia de  política exterior (rediseños de objetivos), y desde finales del siglo XX y los albores del XXI, el tema sobre derechos humanos adquiere gran fuerza. Significaba un gran reto para México, poder alinearse bajo estos estándares internacionales cuando por muchos años (más de 70) el PRI a toda costa evitaba la promoción de los derechos humanos tanto a nivel local (nacional) como internacional y ejercieron el poder para dirigir al Estado y a sus gobernados de manera centralizada y represiva contra movimientos sociales. Señala Rafael Velásquez Flores que evitaba la promoción de los derechos humanos en el ámbito global para impedir que otros actores externos intervinieran en los asuntos del país y que, bajo el argumento del principio de política exterior de no intervención, se imposibilitaba la presencia de organismos promotores de derechos humanos en el territorio nacional (Velásquez, 2017). En este escenario tendríamos que preguntarnos de qué manera México iniciaba la promoción y protección de los derechos humanos a nivel nacional e internacional. Esos cambios (factores externos) que señalamos en párrafo anterior, claro que sí contribuyeron a iniciar las transformaciones, aunado a las presiones que desde afuera se generaban tanto por las organizaciones internacionales globales (caso de la ONU y de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE), regionales (Organización de Estados Americanos, OEA), organismos internacionales y ONGs en representación de la propia sociedad civil. El movimiento estudiantil de octubre de 1968[14], reprimido y masacrado por las autoridades mexicanas, sentó las bases para que a pesar de querer callar lo que había sucedido (por parte del gobierno), la sociedad mexicana empezara a demandar mayores libertades y mejores condiciones de vida y lo que conllevó los seis puntos que demandaba el referido movimiento que significaban la respuesta a los actos violatorios de derechos humanos y en donde exigían la libertad de todos los presos políticos, la derogación del artículo 145 del Código Penal Federal (delito de disolución social), la desaparición del cuerpo de granaderos[15], la destitución de los jefes policiacos (Luis Cueto, Raúl Mendiolea y A. Frías), la indemnización a los familiares de todos los muertos y heridos, y el deslindamiento de responsabilidades de los funcionarios culpables de los hechos sangrientos.

 

En la década de los setenta y ochenta, México vivirá grave crisis económica, violaciones a los derechos humanos (derecho a la dignidad, a la vida, civiles y políticos, tortura[16], desaparición forzada, etc.). Podemos citar como ejemplo, que, a finales de 1999, se realizó un balance de las acciones emprendidas por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) en torno al Programa Especial sobre Presuntos Desaparecidos, se solicitó y obtuvo la colaboración de diversas Comisiones Estatales de Derechos Humanos.  Se recibieron 532 expedientes de queja sobre desapariciones forzadas de personas durante la década de los 70 y principios de los años 80 (siglo XX), lo que posteriormente permitiría a la CNDH emitir sus recomendaciones (CNDH, Recomendación 026/2001, 2001).

 

Los cambios que se gestaron en el escenario internacional van a generar a partir de los noventa (final de la Guerra Fría, el inicio de la unipolaridad militar y de la multipolaridad económica) que otros temas (urgentes) estén en las agendas de los Estados. La lucha contra el terrorismo, el narcotráfico, el crimen organizado, el calentamiento global y el cambio climático, la pobreza, la protección y defensa de los derechos humanos, etc. y a partir de aquí estos temas estarían integrados en los objetivos de la política exterior de México y de otros Estados.

 

Durante el sexenio de Carlos Salinas de Gortari[17] se creó la figura de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH)[18], creada el 06 de junio de 1990 (y su última reforma el 25 de junio de 2018)[19] con el objeto de promover y vigilar que las instituciones gubernamentales cumplieran con sus obligaciones de defender y respetar los derechos humanos constituyéndose como un Organismo desconcentrado de la Secretaría de Gobernación. Hay quienes señalan que la CNDH fue en respuesta a los constantes abusos de las autoridades y luego del asesinato de la activista Norma Corona, quien había documentado abusos cometidos por la Policía Judicial (Aguilar, 2019). Sería hasta el año 1999 que la CNDH tendría su autonomía y es un Ombudsman colegiado. Resulta interesante resaltar el comentario de varios autores mexicanos cuando han manifestado que una de las causas directas que tuvo Salinas de Gortari para la creación de la CNDH fue la presión que se daba a nivel internacional por el respeto a los derechos humanos y ser bien vistos por los Estados Unidos de América, la Unión Europea para la firma y la ratificación por parte del Senado del Tratado de Libre Comercio (TLCAN)[20] y del Tratado de Libre Comercio con la Unión Europea (TLCUEM), además de lo que significaba para México haber ingresado a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE)[21]

 

No obstante, durante la administración de Ernesto Zedillo[22] habrá algunos avances y muchos desaciertos en materia de derechos humanos. La campaña de amenazas y acoso contra los defensores de derechos humanos, la guerra de baja intensidad que se desarrolló en Chiapas y sus repercusiones en otras regiones del país, los homicidios y matanzas en el estado de Guerrero, el amago y los secuestros de periodistas críticos, el acoso militar en las comunidades indígenas, la impunidad que prevaleció en la mayoría de los casos de violación a los derechos humanos y las reformas penales que pusieron en riesgo el régimen de garantías individuales en México (Acosta, 1997). El Centro Prodh reportó que durante el período que abarcaba el sexenio de Carlos Salinas de Gortari y los dos primeros años de Ernesto Zedillo[23], el tratamiento dado al reclamo democrático de los movimientos sociales y de los sectores críticos y de oposición al gobierno, estaban fuertemente permeados por la intolerancia y por un extremo autoritarismo. Por otro lado, se situaba el tema de las desaparecidas de Ciudad Juárez[24] y la violación de los derechos humanos en niveles inimaginables. Ni que decir de las matanzas de Acteal[25] (22 de diciembre de 1997, Municipio de Chenalhó, Chiapas), Aguas Blancas[26] (28 de junio de 1995, Guerrero, Sierra del Sur), El Charco[27] (7 de junio de 1998, Municipio de Ayutla). La ineptitud, la corrupción, las complicidades y la falta de voluntad colocaron a México en niveles inimaginable de violaciones a derechos humanos, violencia, falta de justicia e impunidad. Entre los logros alcanzados podemos mencionar las medidas impuestas para evitar fraudes electorales, se aceptaron observadores externos para los torneos electorales, participación de relatores de organizaciones internacionales sobre derechos humanos y reconoció el triunfo del PAN en las elecciones tanto para diputados federales como para las presidenciales. En lo relativo a la economía, a pesar de la depresión de 1995, los altibajos, la tasa de crecimiento del PIB creció al 5.4 % en todo el periodo posterior a la depresión y la del PIB por habitante en 3.9 %. Esta recuperación inmediata de la economía mexicana después de 1995 es posible por la estabilización financiera temporal, el control de la inflación, la recuperación del nivel de ahorro interno, la inversión interna bruta, la reorientación de la inversión extranjera directa (IED) a actividades productivas y el incremento de las exportaciones y las importaciones. Para fines inmediatos la política económica estabilizadora volvió a funcionar dentro de los límites de la propia transición económica (Salinas, 2004). En la gestión de Ernesto Zedillo fueron 222 las autoridades a las que se les hizo llamado por la CNDH (Olivares, 2018).

 

Llegaba a la presidencia Vicente Fox[28] y se ponía fin a siete décadas de dominación priista (partido único) y se iniciaban cambios sustanciales que eran exigidos por la sociedad en asuntos de transparencia[29] y de rendición de cuentas[30] y tratar de poner fin a ese legado de autoritarismo enquistado en la sociedad. Siguiendo esos estándares de la política internacional en su Plan Nacional de Desarrollo 2001-2006 se planteó como objetivo prioritario el tema de los derechos humanos. México implementa cambios radicales en su política exterior (política pública) y un ejemplo de ello fue el rechazo al principio de no injerencia en los asuntos internos de los estados[31]. Rechazaba de plano la política exterior que por décadas habían seguido sus antecesores. Esto ya podríamos establecerlo como un logro de su administración desde la observancia y práctica en materia de los derechos humanos en la región, a la vez que se comprometía en las más elevadas esferas internacionales (Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos) a colaborar para evaluar y mejorar las prácticas en materia de derechos humanos, compromiso que caló profundamente cuando en foros multilaterales se comprometía a que México no invocaría la soberanía nacional para limitar la observancia internacional de los derechos humanos, ya que reconocían que estos son valores universales y absolutos (Watch, 2006). México fue electo para presidir el recién creado Consejo de Derechos Humanos de la ONU (Anaya, Política Exterior de México durante el sexenio de Vicente Fox, s.f.). La presión internacional (a través de la política internacional que condicionó cambios en las políticas públicas y de política exterior) a través de la observancia, abría caminos importantes a demandas locales y nacionales de los mexicanos y mexicanas. Los monitoreos a Ciudad Juárez por diversas organizaciones e instancias[32], ejercían presión sobre las autoridades nacionales para que no se hicieran los desentendidos y que se obligara a las autoridades a actuar. En el 2003, Fox creaba la Comisión para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres en Ciudad Juárez y se realizaron gestiones para que el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) identificara los cuerpos de las mujeres asesinadas. Para el 2004, el EAAF elaboró informe sobre las falencias de la investigación para identificar los cuerpos de las mujeres asesinadas. Durante el 2006, el EAAF obtuvo muestras de ADN de 60 cuerpos y de 125 familiares de los cuales había identificado 13 cuerpos (Watch, 2006). Ese mismo año, creaba la Fiscalía Especial para la atención de los delitos Relacionados con los Homicidios de Mujeres en el Municipio de Juárez, Chihuahua. En este sexenio, el 4 de mayo de 2001, se daba la represión de los pobladores de San Salvador Atenco, los cuales se oponían al desalojo de un grupo de floricultores para construir un Walmart. El saldo fue de dos muertos y más de 200 personas detenidas, con casos de torturas y vejaciones. Se les mantuvo incomunicados y las mujeres fueron violadas. El 19 de octubre de 2002 se producía el asesinato de la defensora de derechos humanos: Digna Ochoa, quien antes de producirse su muerte, acusaba al Ejército en una videograbación de lo que a ella y a su familia le ocurriese. Nuevamente en San Salvador Atenco, el 2 de mayo de 2006, siendo Enrique Peña Nieto, gobernador en el Estado de México, ante las reclamaciones de los integrantes del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT), pedía la intervención federal (1815 elementos de la Agencia de Seguridad Estatal y 700 de la Policía Federal Preventiva) rompieron el bloqueo con el exceso de violencia. La CNDH señaló que hubo detención arbitraria, trato cruel, violación a la libertad sexual, allanamiento de morada, tortura, violación de los derechos de los menores, violación a los derechos a la legalidad y a la seguridad jurídica, retención ilegal. Fue el periodo con menos recomendaciones emitidas por la CNDH, con 149 autoridades señaladas (Olivares, 2018).

 

Durante el sexenio de Felipe Calderón[33] la política exterior entre 2006-2012 continuó con la política de apertura y siguió adquiriendo compromisos internacionales vinculantes en temas de derechos humanos, celebrando acuerdos y tratados internacionales. Como un ejemplo de ello, podemos mencionar que entre el 2007 y el 2011 se produjo la firma y posterior ratificación de la Convención Internacional para la Protección de todas las Personas Contra la Desaparición Forzada (Anaya, Política Exterior y Derechos Humanos durante el gobierno de Felipe Calderón, s.f.). Además que a través  de acto reformatorio de la constitución, introducía el artículo 89, fracción X, en el cual se introdujeron siete principios tradicionales de las relaciones exteriores: la no intervención, la autodeterminación de los pueblos, la igualdad jurídica de los Estados, la solución pacífica de las controversias, la cooperación internacional para el desarrollo, la proscripción de amenaza o el uso de la fuerza en las relaciones internacionales y la lucha por la paz y la seguridad internacionales. Encabezó la   lucha a través de una estrategia contra el crimen organizado con el uso de las fuerzas armadas en labores de seguridad pública, lo cual representó la gestión en la que más derechos humanos se han violado, pues la CNDH dirigió recomendaciones a 350 autoridades federales (Olivares, 2018). Durante la administración de Calderón, se produciría el 16 y 21 de mayo de 2007 secuestro y desaparición de 38 trabajadores petroleros en Cadereyta, Nuevo León que luchaban por aumento salarial y se oponían a la privatización de PEMEX. Se unen otros casos similares, como los 16 secuestros desde 2007; nueve en Tamaulipas, dos en Campeche, Veracruz y Tabasco y uno más en Nuevo León. En 2010 secuestraron a 10 petroleros, uno en 2009 y dos en 2008 (Martínez, 2013). A la fecha no se conoce su paradero. Se produciría la reforma constitucional en materia de derechos humanos, el 10 de junio de 2011, estableció la obligación de todos los servidores públicos a responder a las recomendaciones del ombudsman, y cuando no sean aceptadas o cumplidas, se deberá fundar, motivar y publicar dicha negativa, y en ocasiones, si así lo demanda la CNDH, el Senado, la Comisión Permanente y los congresos locales podrían hacer comparecer a los funcionarios responsables para que expliquen los motivos de su negativa (Olivares, 2018). La importancia de la reforma radica en que se incorporó todos los derechos humanos de los tratados internacionales como derechos constitucionales (artículo 1 constitucional); la obligación de las autoridades de guiarse por el principio pro persona cuando apliquen normas de derechos humanos, lo que significa que deben preferir la norma o la interpretación más favorable a la persona;  la obligación para todas las autoridades, sin distinción alguna, de cumplir con cuatro obligaciones específicas: promover, respetar, proteger y garantizar los derechos humanos. También se estableció la obligación que cuando existe una violación, las autoridades deben investigar, sancionar y reparar dichas violaciones.

 

La administración de Enrique Peña Nieto[34], significó el retorno del PRI luego de dos sexenios panistas. México seguía participando de los foros internacionales sobre derechos humanos, se mantenía la invitación a los organismos internacionales para que visitaran el país, los cuales emitieron informes sobre la situación de derechos humanos. Por otro lado, en el período entre 2013 y 2017, la Corte IDH emitía cuatro sentencias condenatorias contra el Estado mexicano.  Es la segunda gestión federal en la que más se han violentado las garantías ciudadanas. En los cinco años de su administración, 257 autoridades recibieron exhortos por violaciones a los derechos humanos (Olivares, 2018). Entre los años 2012 y 2015 se dio la represión violenta contra 28 manifestaciones en la Ciudad de México. Más de 504 detenidos arbitrariamente acusados de ‘ataques a la paz pública y ultrajes a la autoridad, muchos de ellos sentenciados y mantenidos en prisión por casi 5 años. El 30 de junio de 2014, se dio la matanza de Tlatlaya, Estado de México, donde entre 12 y 22 civiles fueron asesinados por militares en San Pedro Limón, tras un enfrentamiento. Otro caso que recuerda es el de Aquila, ocurrido el 19 de julio de 2015, cuando elementos del Ejército Mexicano reprimieron bloqueos en varios puntos de una carretera en Santa María Ostula, lo que dejó como saldo un niño asesinado y 10 personas heridas. Para la CNDH, “los militares hicieron uso ilegítimo de la fuerza contra civiles, que fueron atacados con disparos de arma de fuego, inclusive en restaurantes y dentro de sus casas” (CNDH, La creación de un marco jurídico que posibilitara un marco de acción para dotar a las estrategias represivas de cierto manto de legalidad, 2021). El 19 de junio de 2016, un operativo represivo, en la comunidad de Asunción Nochixtlán en Oaxaca en donde policías federales desalojaron a profesores y padres de familia que protestaban ante las reformas educativas implementadas por el gobierno. Este desalojo provocó seis muertos y 108 heridos, de acuerdo con las cifras de la Comisión Nacional de Seguridad. En septiembre del 2014, estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa en Guerrero fueron atacados por las fuerzas de seguridad, esas mismas que debían protegerles. El resultado del ataque fue una de las grandes tragedias: seis personas fueron asesinadas, decenas fueron heridas, y 43 estudiantes fueron sujetos de desaparición forzada, desconociendo aún su paradero. Ha señalado Amnistía Internacional que dejó como legado una de las peores crisis de derechos humanos en todo el hemisferio. Un legado compartido y fruto de un cúmulo de fracasos y malas decisiones de su gobierno y de los que lo antecedieron[35] (Internacional, 2018). El país estaba en una situación muy complicada, en gran medida por la ausencia de políticas públicas que privilegiaran los compromisos internacionales y la falta de rumbo en materia de seguridad pública, con autoridades policiacas corrompidas por el crimen organizado y autoridades militares y de la marina que no mostraron respeto de todos los protocolos existentes, siendo parte de violaciones a los derechos humanos. Por ejemplo, Human Rights Watch, señala que “miembros de las fuerzas de seguridad han estado implicados en graves y reiteradas violaciones de derechos humanos –incluidas ejecuciones extrajudiciales, desapariciones forzadas, y tortura– en el marco de acciones contra el crimen organizado” (HRW 2018).

 

Andrés Manuel López Obrador[36] iniciaba su período el 1 de diciembre de 2018, con grandes expectativas por una parte importante de la población que brindó su confianza a través del ejercicio democrático (sufragio). En esta atmósfera de cambio, organizaciones internacionales en materia de derechos humanos realizaron una serie de recomendaciones. Por ejemplo, Amnistía Internacional hacía recomendaciones sobre: sociedad segura y estado de derecho; fortalecer la procuración de justicia; la lucha de violencia de género contra la mujer y las niñas; personas defensoras de los derechos humanos; migración y refugio; derechos de los pueblos indígenas y la política exterior en materia de derechos humanos. La crisis de los derechos humanos continúa en México. En lo que va del sexenio de López Obrados van más de 20,000 desaparecidos, política migratoria contraria a los derechos humanos; las agresiones que se han dado en estados como Quintana Roo, Guanajuato, Jalisco o Tamaulipas, donde integrantes del Ejército, de la Guardia Nacional y policías tanto estatales como municipales siguen utilizando el uso de la fuerza letal. Continúa la impunidad porque las autoridades (fiscalía general) no han esclarecidos los casos del incendio de la guardería ABC, la matanza de Tlatlaya, la desaparición de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa, el espionaje de Pegasus, etc. López Obrador creaba el Instituto Nacional de Pueblos Indígenas (INPI). Muchos consideran que en la actualidad la CNDH va en retroceso, recordemos la toma de las instalaciones  por mujeres activistas y familiares de víctimas de violencia es un reflejo más del muy limitado impacto tanto de éste como de los organismos estatales de defensa de los derechos humanos.

 

Estableciendo rasgos fundamentales de las administraciones presidenciales del Estado mexicano en los diferentes sexenios, a partir de los cambios sustanciales internacionales que coadyuvaron a que se iniciaran avances a lo interno del país, queremos realizar o plantear como se desarrolla la relación Estado-sociedad-derecho en donde se garanticen los derechos humanos. Queda claro que a pesar de los esfuerzos en política exterior y en el ordenamiento jurídico interno, se hace necesarios que las personas físicas y morales o jurídicas conozcan sus derechos para poder ejercitarlos cuando los mismos sean violados por las autoridades y/o Estado. Son los Estados los que se obligan o vinculan debido a ese derecho internacional (que hemos venido platicando) de respetar, proteger y promover los derechos humanos, por lo que los Estados no pueden interferir ni limitarlos. La sociedad es cambiante, dinámica y debe estar informada y preparada, es decir, debe conocer los instrumentos internacionales en los cuales se les garantizan derechos humanos fundamentales para que los mismos sean garantizados y sostenidos en el tiempo. Con base a ello, las autoridades, deberán informar y educar sobre los derechos humanos, desarrollar valores y tomar las medidas pertinentes para defenderlos; con el firme propósito de proteger la dignidad de todos los seres humanos y que cada uno de nosotros podamos vivir en sociedad, relacionándonos con el Estado, cumpliendo con nuestras obligaciones y que el Estado cumpla las suyas, en esa relación sinérgica.

 

En este momento debemos preguntarnos con base a lo señalado anteriormente: ¿Qué hace el Estado, la sociedad (cada uno de nosotros) y el derecho para contribuir con esa relación sinérgica y para seguir reconociéndole a nuestros pueblos originarios y/o indígenas, sus derechos? a sabiendas que están los instrumentos que vinculan al Estado mexicano, las diversas recomendaciones con las organizaciones internacionales, la jurisprudencia de la Corte IDH y de la CNDH, incluso manuales de buenas prácticas sobre derechos humanos.

 

El Estado debe cumplir con su rol dentro de los aspectos de su política exterior y dentro de la política nacional y local. Para ello debe diseñar y desarrollar las políticas públicas (educativas, salud, bienestar social, desarrollo económico, trabajo y /o la generación de proyectos de impacto en las áreas con el beneplácito de las autoridades locales). En este contexto abordaremos el tema referente a las comunidades indígenas en el Estado mexicano y vemos que durante los sexenios que revisamos (su política en materia de derechos humanos), los enfoques no fueron dirigidos hacia estos sectores con soluciones duraderas. No obstante, los graves escollos estructurales del propio Estado mexicano aunado a otros problemas (como el narcotráfico, el crimen organizado, etc.) han puesto en una olla de presión a nuestras comunidades y pueblos indígenas.

 

El pueblo (del latín populus) es un conjunto de personas que se consideran de una sola entidad, es decir, de un mismo grupo étnico o de una misma nación en una región o país, donde estas personas constituyen una comunidad que comparten una cultura similar, pero también se puede entender como el lugar físico sobre el cual se establecen y en donde no existen privilegios de raza, sexualidad, religión, estatus económico o social. A través de los instrumentos internacionales -que hemos estado conversando, en materia de poblaciones indígenas[37]- las reformas suscitadas en 2011 otorgan primacía a los Tratados internacionales en materia de derechos humanos y a la Constitución de la república. Así también en el artículo 1 constitucional, los derechos de los pueblos y personas indígenas se fortalecen, a la vez que se establece el derecho a la no discriminación por motivos de origen étnico o nacional, se dispone que todas las personas gocen de los derechos humanos reconocidos en la Constitución y en los tratados internacionales de los que México sea parte. También el reconocimiento de las garantías para su protección.

En el artículo 2 constitucional de 2001 señala que en México existe una composición pluricultural que se sustenta en sus pueblos indígenas, es decir los que descienden de poblaciones que habitaban en el territorio actual del país al iniciarse la colonización y que conservan sus propias instituciones sociales, económicas, culturales y políticas, o parte de ellas; definiendo que son comunidades integrantes de un pueblo indígena “aquellas que formen una unidad social, económica y cultural, asentadas en un territorio y que reconocen autoridades propias de acuerdo con sus usos y costumbres”.

Tanto los instrumentos internacionales (a través del desarrollo del derecho internacional de los derechos humanos) como la propia Constitución, consagran los derechos fundamentales los cuales  han ampliado nuestra visión en la protección y defensa de las poblaciones originarias, respetando los principios básicos como la universalidad, la interdependencia, la progresividad y la indivisibilidad de estos; a la vez que conociendo, esgrimiendo, internalizando y reconociendo a nuestras poblaciones indígenas, para poder ir avanzando.  

 

Existen dos vías para la protección y defensa de los derechos humanos. La vía jurisdiccional y la no jurisdiccional. En México la vía jurisdiccional las autoridades judiciales ven y analizan las demandas que se presentan por presuntas violaciones a los derechos fundamentales. Es la Suprema Corte de Justicia de la Nación, el máximo órgano que se encarga de dirimir en materia de derechos humanos, teniendo en consideración que la Constitución mexicana establece tres medios de defensa: el juicio de amparo[38], las acciones de inconstitucionalidad y las controversias constitucionales. A través de estos medios jurisdiccionales se protegen los derechos fundamentales. El otro medio, el no jurisdiccional, es el que les brinda protección a los derechos humanos a través de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) y por otra parte las Comisiones de Derechos Humanos de las 31 entidades federativas y la del Distrito Federal.

 

El Sistema de Protección No Jurisdiccional de México, es considerado el más grande del mundo, formado por otras instituciones especializadas, que se encargan de la protección de los derechos humanos, entre las que podemos mencionar la Procuraduría Federal del Consumidor, la Procuraduría Agraria, la Procuraduría Federal del Medio Ambiente, la Comisión Nacional de Arbitraje Médico y el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación; que se encargan de realizar la promoción, difusión y divulgación de la protección a los derechos humanos, todos ellos por medio de la figura del Ombudsman, sin que posean todas sus características, como la de autonomía; aunado con las 33 instancias (31 estados de la Federación, 1 Distrito Federal y la CNDH), conforman la red de la cual venimos platicando.   La CNDH como sujeto legitimado y como parte de sus facultades, puede presentar controversias constitucionales ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación[39] y tiene competencia en asuntos laborales debido a la introducción de la cláusula antidiscriminación; sobre el acoso laboral mejor conocido como mobbing; de facultad investigadora de violaciones graves a derechos humanos. Estas instancias -jurisdiccionales y no jurisdiccionales- constituyen un apoyo muy importante en la obligación de protección de los derechos fundamentales de los ciudadanos que todo Estado constitucional tiene que garantizar. 

 

Los Estados Unidos Mexicanos tienen una extensión territorial en la actualidad de 1,964,375 km2 de los cuales 1,959,248 km2 son superficie continental y 5,127 km2 son superficie insular. A este territorio debe añadirse la Zona Económica Exclusiva de mar territorial, que abarca 3,149,920 km2, por lo que la superficie total del país es de 5,114,295 km2. Según los datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) en el último censo de 2020, la población total en México es de 126,014,024 habitantes[40], de los cuales 16,933,283 son indígenas que representan el 15% de la población total. Cuenta con 68 pueblos indígenas que habitan el territorio mexicano y cada uno de ellos habla una lengua originaria propia que a su vez están organizadas en 11 familias lingüísticas y se derivan 364 variantes dialectales. Los pueblos indígenas en México son uno de los sectores que demanda mayor atención para su desarrollo económico, político, social y cultural; también demanda trato digno y sin discriminación. Nuestras comunidades originarias siguen siendo las más vulnerables ante la desigualdad y la pobreza por ello urgen acciones y políticas públicas holísticas que se enmarquen en las diversas recomendaciones que se han realizado a través de las organizaciones y organismos internacionales (plano internacional) y a nivel de la CNDH (plano nacional). Lo cierto es que estas acciones deben ser asertivas y dentro de los enfoques de derechos humanos, de género y dentro de los parámetros de la interculturalidad. Entender el interculturalismo como la interacción entre grupos y personas que pertenecen a culturas distinta, basadas en el respeto, en condiciones de igualdad, aceptando que todos gocemos de dignidad, seamos valiosos y aceptando también que el otro diferente, tiene derecho a su diversidad. Aceptando esto, estaremos caminando por los senderos fortalecidos de las democracias, a través del pluralismo y de esa manera poder seguir construyendo sociedades fuertes. La democracia supone el respeto, la justicia, el combate contra la discriminación y el racismo. Resulta imprescindible educar para la interculturalidad para crear más conciencia y construir una verdadera democracia.

 

La vulnerabilidad de nuestros grupos originarios la seguimos viendo cuando no se les toma en cuenta en las decisiones del Estado que estarían violentando primero la convivencia en paz con los diversos pueblos, cuando no respetamos sus modos de vidas, su cosmovisión y lo que es aún peor no le reconocemos sus derechos a pesar de los ya tan discutidos parámetros. En muchas ocasiones las intransigencias de los gobiernos o el no entender la dinámica de comportamiento y vida de los pueblos indígenas, crean crisis que nos han conducido por caminos escabrosos que ponen en dudas la existencia de la justicia, el respeto a los derechos individuales y colectivos y por ende de la democracia. Independiente de posiciones políticas, hoy existen temas que vulneran los derechos de las referidas comunidades, con los megas proyectos dentro de sus tierras que podría hacer explotar la olla de presión por la imposición de políticas no consultadas con las comunidades y sus autoridades representativas, que pueden generar en grave crisis de tierras o incluso en un conflicto armado[41]. Estos megaproyectos no sólo desplazan a los pueblos indígenas, sino que los despojan de su territorio y de sus recursos naturales, y casi nunca resultan beneficiados por los referidos proyectos. Es que el reconocer la existencia de los pueblos y comunidades indígenas, representa respeto a sus formas de vida.

 

En septiembre de 2015, en el Consejo Económico y Social  de las Naciones Unidas  (ECOSOC)[42], se celebraba la Cumbre de Desarrollo Sostenible (del 25 al 27 de septiembre), en la sede de las NU, 193 Estados miembros proclamaron la Agenda sobre Desarrollo Sostenible, conocida como La Agenda 2030 (A2030) de desarrollo humano y desarrollo sostenible y con la vocación de construir un modelo de desarrollo que garantice el bienestar de las personas y la sostenibilidad del planeta. Se abordan temas como el cambio climático, la desigualdad, la pobreza, el cuidado del planeta, entre otros, que las anteriores agendas, les dieron   poco aprecio o que simplemente no consideraron y será la guía de referencia y de trabajo para los próximos 15 años (2015-2030) (CEPAL, 2016). Los ODS de la A2030 son complejos y se enfrentan a dificultades, plantean construir un mejor planeta para las futuras generaciones; no poseen un proceso definido porque se encuentra en construcción con diversas ayudas y diversas visiones que incorpora contradicciones e incoherencias pero que también tienen potencialidades; contiene diferentes enfoques y diversos intereses. Desarrolla un principio de integralidad en donde todos los ODS deben estar interrelacionados, ya que uno afecta al otro y se necesita coherencia de las políticas con el desarrollo; contiene una agenda de gobernanza global de desarrollo. Se basa en el principio de universalidad en donde todos los países tienen que revisar su propio modelo de desarrollo global; incorporaron nuevos objetivos y con mayor alcance; llama a una acción multinivel, en donde participan diferentes actores que abordan diversos procesos de reflexión, plantea una lógica multidimensional del desarrollo, tomando en consideración la dimensión económica, social, ambiental y política (enfoques de la sostenibilidad[43]). Plantea 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), en diferentes dimensiones conocidas como las 5 P: personas, planeta, prosperidad, paz y partnership (alianzas). La A2030 impone retos que giran en torno a la gobernanza[1] (rural, local, nacional e internacional; ambiental, financiera, etc.) y por ende al cumplimiento de los ODS mediante el desarrollo de políticas (diversas) y Cooperación Internacional donde haya coordinación y flexibilidad entre ellos. Es acá en donde tenemos que plantearnos el tema de los pueblos indígenas en el desarrollo de los ODS. En la misma se debe fomentar la visibilidad de los pueblos indígenas en los datos y la revisión de la Agenda 2030; garantizar la participación de los pueblos indígenas en la implementación, el seguimiento y la revisión de los objetivos porque a través de los pueblos indígenas se pueden realzar los aportes necesarios al desarrollo de los planes de acción, seguimientos y revisiones nacionales a todos los niveles, incluso las revisiones nacionales. El lema de los ODS es no dejar a nadie atrás, eso incluye incorporar a nuestras comunidades indígenas al desarrollo de estos. Los ODS deben trabajarse desde lo local (es decir en el seno y núcleo de las comunidades indígenas) para poder garantizar su éxito.  

 

Con el fin de cumplir con el  Objetivo 16 que aborda los temas de paz, justicia e instituciones fuertes, está encaminado a promover sociedades pacíficas e inclusivas para el desarrollo sostenible, facilitar el acceso a la justicia para todos y crear instituciones sólidas, responsables e inclusivas a todos los niveles con especial énfasis en la lucha contra la corrupción. La agenda global estableció metas: 16.5 (Reducir considerablemente la corrupción y el soborno en todas sus formas), 16.6 (Crear a todos los niveles instituciones eficaces y transparentes que rindan cuentas), 16.8 (Ampliar y fortalecer la participación de los países en desarrollo en las instituciones de gobernanza mundial) y la 16.a (Fortalecer las instituciones nacionales pertinentes, incluso mediante la cooperación internacional, para crear a todos los niveles, particularmente en los países en desarrollo, la capacidad de prevenir la violencia y combatir el terrorismo y la delincuencia). En México, en el marco de la Ley Nacional del Sistema Anticorrupción (18 de julio de 2016) y en lo relativo a las comunidades indígenas, se estableció convenio de colaboración que contempla mecanismos y acciones conjuntas en materia de capacitación a servidores públicos de los pueblos y comunidades para fortalecer la contraloría social comunitaria, el combate a la corrupción, la transparencia y rendición de cuentas, así como en los temas de derechos de autor, autonomía, organización de talleres, seminarios y conferencias, realización de acciones positivas en materia de derechos de los pueblos indígenas y afro mexicano, en materia de servicios profesional de carrera y seguridad social, entre muchos otros aspectos; ello en el marco del combate contra la corrupción en todas sus formas porque en palabras de António Guterrés, Secretario General de las Naciones Unidas, "Las personas tienen razón de estar enojadas. La corrupción amenaza el bienestar de nuestras sociedades, el futuro de nuestros hijos y la salud de nuestro planeta. Debe ser combatida por todos, para todos”. La corrupción es actualmente una de las principales preocupaciones por parte de la sociedad y de las autoridades dentro de todos los países.

 

Conclusiones

1.    Los cambios que se produjeron a partir de la Segunda Guerra Mundial, durante y después de la Guerra Fría, imponen nuevos escenarios en la sociedad internacional porque produjeron ruptura del estatus quo (de la unipolaridad a la bipolaridad, luego a la multipolaridad, y a la interdependencia).

2.    Como producto de los horrores de los grandes conflictos mundiales y los cambios descritos en la conclusión anterior, impulsaron el desarrollo, la protección, la promoción y defensa de los derechos humanos a lo largo de la historiografía en los diversos escenarios: global (con la creación del Sistema Universal de Protección de los Derechos Humanos/ONU) y los regionales (en el caso de América, el Sistema Interamericano de Protección de los Derechos Humanos/OEA).

3.    En los sistemas de protección y defensa de los derechos humanos (global y regionales), se desarrollarán y crearán instrumentos e instituciones de promoción, defensa y protección de los derechos humanos y que han sido suscrito por los Estados, generando vinculación y por ende compromisos de cumplimiento (Convención de Viena sobre Tratados de 1959, pacta sunt servanda).

4.    El desarrollo del derecho internacional de los derechos humanos en conjunto con la política internacional y la política exterior de los estados, se han adoptado a través de los ordenamientos jurídicos internos de los Estados para su implementación y/o ejecución.

5.    En los instrumentos internacionales se va a introducir el tema de los grupos y comunidades indígenas producto de la indiferencia de años de gobiernos, en donde las violaciones a sus derechos y el no reconocimiento de sus identidades han sido desastrosas para el desarrollo de sus pueblos.

6.    En el caso preciso de México, abordamos historiográficamente hablando, los sexenios en donde se empieza a considerar con un poco más de apertura sobre los derechos humanos e inicios de la protección de estos. Además de las crisis que se produjeron, las desapariciones y las violaciones en diversas materias para luego abordar el tema de las comunidades indígenas.

7.    En la revisión bibliografía realizada para poder cumplir con esta asignación, analizando, eligiendo y seccionando cada uno de los documentos, me quedaba la siguiente duda: si a otras poblaciones (no indígenas) se les han violentando todos los derechos, empezando por el mayor bien jurídico tutelado como es la vida, qué podemos esperar de las comunidades apartadas por años, como lo son las indígenas en donde las políticas públicas orientadas en enfoques (derechos humanos, género e interculturalidad), no llegan en la mayoría de las ocasiones?

8.    Los compromisos del Estado mexicano son muchos porque es signatario de muchos tratados y convenciones y porque toca que ejerza y haga cumplir las leyes y reglamentos, que se haga justicia y que siga luchando contra la impunidad porque son aristas importantes para que exista el estado de derecho y por ende la democracia.

9.    En esa política internacional se desarrolla el tema de los OSD, un compromiso (aunque no es obligatorio) forma parte de ese soft power pero que genera mucha cooperación internacional en diversas áreas para la implementación de estos y el logro de las metas impuestas.

10. Es un compromiso de todos los habitantes de México nunca dejar de reclamar los derechos que consideremos vulnerados y ante la ineficiencia, el poco me importa o simplemente la desidia de las autoridades, agotadas las vías en el país, accionar a las instancias internacionales.

11. Las políticas públicas que genere y quiera desarrollar el Estado, debe hacerlo respetando la cosmovisión de las comunidades indígenas dentro de su derecho particular y colectivo.

 

 

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[1] El régimen autoritario priista estaba liderado para el año de 1968 por Gustavo Días Ordaz (1911-1979), estudió derecho en la Universidad Autónoma de Puebla y su candidatura a presidente de los Estados Unidos Mexicanos había sido apoyada por el Partido Popular Socialista (PPS) y el Partido Auténtico de la Revolución Mexicana (PARM) en mayo de 1964. Díaz Ordaz en su sexenio llevó a cabo una política de desarrollo del Estado. En materia económica podemos mencionar que el producto interno bruto mexicano (PIB) creció al 6,8%, ordenó la cancelación de concesiones para la exploración petrolera, se estableció el área de mar territorial en 12 millas náuticas, se creó el Instituto Mexicano del Petróleo. En lo relativo a las obras de infraestructura, se construyeron la presa de la Amistad en Coahuila, la Torre de Telecomunicaciones del Distrito Federal, la infraestructura olímpica para la realización de las XIX Olimpiadas en México (incluía: Villa Olímpica, el Palacio de Deportes, la Alberca Olímpica, el Velódromo, la Sala de Armas, el Polígono de Tiro, el Canal de Remo y Canotaje, el Muelle de Regatas, etc.); el Metro desde la Glorieta de Chapultepec hasta la Calzada Ignacio Zaragoza (línea 1 del metro). En su administración, México se adhirió al Fondo Monetario Internacional (FMI). Pese a sus obras y la estabilidad económica, su gobierno se caracterizó por la represión y la censura: Censuró diarios, revistas y libros como fue el caso de Oscar Lewis con su obra “Los hijos de Sánchez” que se refería a la marginación que se vivía en México; represión del movimiento de médicos en noviembre de 1964 (médicos residentes e internos del Hospital 20 de noviembre del ISSSTE reclamaron el pago de aguinaldos atrasados y 206 de ellos fueron despedidos. En lo relativo a movimientos estudiantiles, el 2 de octubre de 1966, los sucesos de Tlatelolco de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, en Morelia, una protesta contra el alza del transporte público. En 1965 se produce el primer ataque guerrillero en México, al cuartel de Ciudad Madera en Chihuahua. Los atacantes fueron ejecutados y los sobrevivientes formaron el movimiento conocido como la Liga Comunista 23 de septiembre. En Guerrero los maestros normalistas de Ayotzinapa: Genaro Vásquez y Lucio Cabañas, se levantaban en armas. En este contexto iniciaba la guerra sucia.

[2] Panista: que proviene de las filas del Partido Acción Nacional. Es un partido político mexicano de derecha, cristiano, de doctrina política conservadora, afín a las ideas de la democracia cristiana. Sus estatutos establecen que su posición ideológica es el humanismo cristiano.

[3] Vicente Fox empresario y político mexicano que se desempeñó como presidente de los Estados Unidos Mexicanos desde el 1 de diciembre de 2000 hasta el 30 de noviembre de 2006. Se convirtió en el primer presidente panista luego de setenta años del predominio priista (Partido Revolucionario Institucional).

[4] Felipe Calderón presidente de los Estados Unidos Mexicanos desde el 1 de diciembre de 2006 hasta el 30 de noviembre de 2012. Fue miembro del Partido Acción Nacional (PAN) durante treinta años antes de abandonarlo en noviembre de 2018.​ Durante su sexenio el país estaba inmerso en violencia generalizada por la lucha que implementó contra los carteles del narcotráfico.

[5] Globalización es un proceso histórico, el resultado de la innovación humana y el progreso tecnológico. Se refiere a la creciente integración de las economías de todo el mundo, especialmente a través del comercio y los flujos financieros.

[6] Mary Kaldor considera que las nuevas fuerzas políticas internacionales que empiezan a competir con el Estado están relacionadas con “los movimientos sociales globales, las ONG internacionales (ONGI), las redes de abogacía transnacionales y las organizaciones de sociedad civil entre otras” (Kaldor, 2005). En la actualidad hablamos de variados actores de las RI. Podemos mencionar: El Estado, Organizaciones Internacionales, Organismos Internacionales, multinacionales, los pueblos originarios, guerrillas, agencias financieras.

[7] Entiéndase por política exterior como el conjunto de decisiones, políticas y acciones que conforman una política pública del Estado, cuyo objetivo es representar los intereses nacionales de ese Estado frente a los otros Estados y demás sujetos de derecho internacional. La política exterior siempre se relaciona y se define en función de las políticas nacionales (intereses nacionales).

[8] Resulta prudente mencionar, que, en la actualidad, en América Latina, 15 Estados han incluido y mencionan en sus objetivos de política exterior el tema concerniente a los derechos humanos y ello se puede constatar en las páginas web de sus respectivas cancillerías. Estados como Cuba, Nicaragua y Venezuela son los tres países latinoamericanos que no incluyen a los derechos humanos como objetivo de sus políticas exteriores (CADAL, 2019).

[9] El DIDH es un derecho muy reciente que es una rama del Derecho Internacional Público creado debido a las a las atrocidades cometidas durante la Segunda Guerra Mundial. 

[10] Podemos mencionar como ejemplo, los instrumentos universales en materia de derechos humanos, que las Naciones Unidas los han reunido en el tema referente a  los Derechos de los pueblos indígenas y de las minorías, como son la Declaración sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, el Convenio sobre pueblos indígenas y tribales, 1989 y la Declaración sobre los derechos de las personas pertenecientes a minorías nacionales o étnicas, religiosas y lingüísticas.

[11] Los pactos deben cumplirse. Todo lo convenido verbalmente o por escrito una vez probado el concierto de voluntades, debe cumplirse.

[12] La Organización de las Naciones Unidas tiene un carácter global. Fue creada mediante la Carta constitutiva en San Francisco, Estados Unidos de América en 1945, luego de la culminación de la Segunda Guerra Mundial. Tiene como objetivos específicos preservar la paz y la seguridad internacional. Todos los 24 de octubre, se celebra su aniversario de creación. Está integrada por seis órganos principales: la Asamblea General, el secretario general, el Consejo de Seguridad, el Consejo Económico y Social, el Consejo de Administración Fiduciaria y la Corte Internacional de Justicia.

[13] Corte Penal Internacional (CPI) creada mediante el Estatuto de Roma de1998.

[14] Durante los años 60 en México se gestaban transformaciones dinámicas. Desde un punto de vista sociocultural, los jóvenes y las mujeres fueron los protagonistas de esas transformaciones y enarbolaron las banderas en contra del autoritarismo y de la violencia institucionalizada. En este escenario se produciría el movimiento de 1968, el cual fue un movimiento estudiantil de carácter social en donde participaron estudiantes universitarios de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y del Instituto Politécnico Nacional (IPN), preparatorias y vocacionales, profesores, obreros, amas de casa, sindicatos e intelectuales tanto de la ciudad de México como del interior del país.

El 2 de octubre de 1968, en la Ciudad de México se suscitó una terrible matanza ocurrida en Tlatelolco, en la Plaza de las Tres Culturas, provocando la muerte de más de 300 personas. Fue la brutal culminación de delitos que podrían ser considerados contra la humanidad, perpetrados desde el gobierno de México en contra de los estudiantes a lo largo de ese año, caracterizados por las detenciones masivas, arbitrarias e ilegales que se realizaron durante este período, y por la planificación detallada y el alto grado de entrenamiento de las fuerzas represivas que participaron en los hechos. Así lo han calificado los sobrevivientes de ese movimiento quienes exigen que a los responsables se les juzgue por genocidio. La masacre fue cometida por el Ejército Mexicano y el grupo paramilitar Batallón Olimpia en contra de una manifestación pacífica. La presencia de este batallón en el lugar de los hechos fue negada inicialmente por el presidente de México, Gustavo Díaz Ordaz (1964-1970) aludiendo que su función era custodiar las instalaciones para los Juegos Olímpicos. Hoy se conoce la verdad gracias a diversas investigaciones, medios y testimonios: Aquel día el ejército y el Batallón Olimpia, identificados por portar un guante blanco, pusieron en marcha la “Operación Galeana” con el fin de detener a los miembros del Consejo Nacional de Huelga (CNH), órgano de dirección colegiado, creado el 2 de agosto de 1968 por miembros de las escuelas en huelga, especialmente por estudiantes de la UNAM, el IPN, El Colegio de México, la Escuela de Agricultura de Chapingo, la Universidad Iberoamericana, la Universidad La Salle (México), Escuela Normal de Maestros, Escuela Nacional de Antropología e Historia, y otras universidades del interior de la república; los intentos de someter al CNH derivaron en la sangrienta represión al movimiento de protesta que por meses habían resistido y cuestionado las políticas y medidas sociales y económicas del Estado, reclamando democracia (Taalas, 2018).

[15] En México, los granaderos eran unidades de policía especializadas en tareas antidisturbios y otras funciones de seguridad pública interior. Granaderos es el nombre que llevó el agrupamiento desde su creación en 1939. Todavía en 2010, en el Manual de Organización de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal, que entonces encabezaba Manuel Mondragón y Kalb, aparecían en la estructura orgánica de la dependencia los agrupamientos de Granaderos Oriente y Poniente, lo que ya no ocurre en la estructura hoy vigente (Chapa, 2021).

[16] En el año de 1975 cuando en el seno de la ONU se generó la Declaración Contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes, y en 1985 cuando surge la Convención que la regula, cuestión que por sí misma explica la ausencia de un tipo penal en materia de tortura en la época; no obstante, ello en los casos investigados quedó acreditado que las personas detenidas fueron objeto de esa práctica. La tortura como delito es de reciente tipificación en nuestro país, ya que fue hasta el 27 de mayo de 1986 que se publicó la primera Ley Federal para Prevenir y Sancionar la Tortura, la cual se rediseñó en 1991 e hizo necesario que se elevara a nivel constitucional.

[17] Sexenio de Carlos Salinas de Gortari se extendió desde el 1 de diciembre de 1988 hasta el 30 de noviembre de 1994. Durante este período, el 10 de junio de 1990, Canadá, Estados Unidos y México acuerdan establecer un tratado de libre comercio, el 5 de febrero de 1991 inician las negociaciones del TLCAN, por lo que el Acuerdo Comercial fue firmado por el presidente estadounidense George H. W. Bush y entró en vigor el 1 de enero de 1994.

[18] Cabe destacar que el antecedente en México es la Dirección de Derechos Humanos que había sido creada el 13 de febrero de 1989, dentro de la Secretaría de Gobernación.

[19] El 28 de enero de 1992 se publica en el Diario Oficial el Decreto de Reforma del artículo 102 constitucional: “El Congreso de la Unión y las legislaturas de los Estados en el ámbito de sus respectivas competencias establecerán organismos de protección de los derechos humanos que otorga el orden jurídico mexicano, los que conocerán de quejas en contra de actos y omisiones de naturaleza administrativa provenientes de cualquier autoridad o servicio público, con excepción de los del Poder Judicial de la Federación, que violen estos derechos. Formularán recomendaciones públicas autónomas, no vinculatorias y denuncias y quejas ante las autoridades respectivas. Estos organismos no serán competentes tratándose de asuntos electorales, laborales y jurisdiccionales. El organismo que establezca el Congreso de la Unión conocerá de las inconformidades que se presenten en relación con las recomendaciones, acuerdos y omisiones de los organismos equivalentes de los Estados.”

[20] El T-MEC es el nuevo acuerdo comercial entre México, Estados Unidos y Canadá que sustituye al Tratado de Libre Comercio (TLCAN).

[21] El ingreso de México a la OCDE se produjo el 18 de mayo de 1994 y se convirtió en el miembro número 25 de la organización. Cabe señalar que esta organización es un organismo de cooperación internacional compuesto por 38 estados, ​​ cuyo objetivo es coordinar sus políticas económicas y sociales. La OCDE fue fundada en 1961 y su sede central se encuentra en el Château de la Muette en París. Su misión es promover políticas que mejoren el bienestar económico y social de las personas alrededor del mundo. México fue el primer país latinoamericano en formar parte de esta importante organización (Otros Estados latinoamericanos que forman parte: Chile 7 de mayo de 2010, Colombia 28 de abril de 2020 y Costa Rica 25 de mayo de 2021) (OECD, 2021).

[22] El sexenio de Ernesto Zedillo se extendió desde el 1 de diciembre de 1994 hasta el 30 de noviembre de 2000.

[23] El conflicto chiapaneco fue el conflicto armado entre el Gobierno de México y la guerrilla del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN). Durante el sexenio de Carlos Salinas de Gortari y que se disponía a celebrar la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (1° de enero de 1994), los insurgentes del EZLN tomaron por las armas 5 cabeceras municipales del estado de Chiapas (San Cristóbal de las Casa, Altamirano, Las Margaritas, Ocosingo y Chanal). Insurgentes que provenías de los pueblos tzeltal, tzotzil, chol y tojolabal, todos ellos de la familia maya y demandaban trabajo, tierra, techo, alimentación, salud, educación, independencia, libertad, democracia, justicia y paz. Como respuesta, el gobierno federal envió al ejército a sofocar la rebelión. Los combates entre ambas fuerzas duraron 11 días. Se establecieron las mesas de diálogo de San Andrés Larráinzar, las cuales se mantuvieron durante el sexenio de Salinas y continuaron con el de Ernesto Zedillo; sin embargo, los zapatistas rompieron el diálogo debido a la propuesta de reformas constitucionales del gobierno federal, que no respetaba comprometidos en los acuerdos de dichas mesas. Zedillo respondió con una nueva ofensiva militar, se emitieron ordenes de aprehensión contra los dirigentes del EZLN y el hostigamiento contra las comunidades zapatistas. La sociedad mexicana, en apoyo a los zapatistas, rechazó las acciones violentas y se manifestó inmediatamente a lo largo del territorio nacional en marchas y movilizaciones exigiendo paz y diálogo, también a nivel internacional se generó una intensa presión que se consolidó en la formación de organizaciones de solidaridad con el movimiento zapatista principalmente en América, y Europa, ocasionando que el gobierno mexicano diera marcha atrás parcialmente en las agresiones. A la fecha desde el levantamiento del EZLN muchas de sus demandas aún no han sido resueltas (Batalla, 2021).

[24] Desde 1993, se comenzó a documentar los primeros homicidios de mujeres en Ciudad Juárez, Chihuahua, hasta noviembre de 2009, cuando la Corte Interamericana de Derechos Humanos condenó a México a reparar a las víctimas del caso "Campo Algodonero", la realidad de las mujeres no mejoró sustancialmente durante esos casi 16 años; incluso empeoró en la ciudad "más peligrosa del mundo". Esto ocurrió durante los sexenios de los presidentes de la República mexicana, Durante los sexenios de Ernesto Zedillo, Vicente Fox y Felipe Calderón. Desde que comenzó la denominada "Guerra contra el Narcotráfico", no sólo miembros del crimen organizado u otros agentes privados son los perpetradores de los asesinatos, violaciones sexuales, acosos y otras manifestaciones discriminatorias hacia las mujeres en Chihuahua, sino también policías y miembros del Ejército mexicano (Vásquez, 2011).

[25] Matanza de Acteal:  En la mañana del 22 de diciembre de 1997, fueron masacradas 45 personas: 21 mujeres -cuatro de ellas embarazadas- 15 niñas y niños, y 9 hombres. Las víctimas eran indígenas tzotziles pertenecientes a una organización pacifista llamada Las Abejas. Al momento de la agresión, los perpetradores dispararon contra una ermita en la que aquellas se encontraban rezando por la paz en Chiapas.

[26] Masacre de Aguas Blancas fue un crimen de Estado ocurrido el 28 de junio de 1995 cometido por la policía del estado mexicano de Guerrero en el vado de Aguas Blancas Estaban a tres kilómetros del poblado de Aguas Blancas. En esta emboscada, 17 campesinos fueron asesinados; catorce heridos. Dos elementos policiacos también resultaron lesionados, con heridas corto-contundentes producidas por arma blanca.

[27] Sucedió el 7 de junio de 1998​ en el municipio de Ayutla, Guerrero, cuando en el poblado conocido como El Charco, once personas murieron en la escuela primaria Caritino Maldonado Pérez, así como cinco resultaron heridos y veintidós detenidos. ​ Entre los difuntos estaba Ricardo Zavala, un estudiante de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y algunos guerrilleros del Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente (ERPI), presentes en la escuela estaban en una labor de propaganda, algo común que realizaba el grupo en algunos municipios.

[28] Vicente Fox Quesada presidente de los Estados Unidos Mexicanos de 1 de diciembre de 2000 hasta el 30 de noviembre de 2006.

[29] En el año 2002, al sancionar la “ley de transparencia”, el Congreso mexicano dio un golpe potencialmente decisivo a la tradicional cultura del secreto con la cual se manejaban los asuntos de estado. 

[30] La administración Fox ha resultado insuficiente ha sido sus iniciativas para abordar otro legado del viejo régimen: la habitual subordinación del estado de derecho a prácticas que se perciben como indispensables para mejorar la seguridad pública.

[31] Desde la Revolución Cubana 1 de enero de 1959, las relaciones con los gobiernos priistas fueron satisfactorias y en los diversos escenarios y foros internacionales, eran la voz del régimen cubano. El cambio de política exterior que Fox le da al Estado mexicano -en ocasiones al borde del rompimiento de las relaciones diplomáticas- estuvo caracterizada por la promoción de la democracia y la defensa de los derechos humanos.

[32] Entre los observadores se encontraron el Relator Especial de la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas sobre la Independencia de Jueces y Abogados (2001), el Comité de las Naciones Unidas contra la Tortura (2001), la Relatora Especial sobre los Derechos de la Mujer de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (2002), dos personas expertas del Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer (2003) y la Oficina de las Naciones Unidas contra las Drogas y el Delito (2003).  Diferentes ONGs internacionales, entre ellas la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos, Amnistía Internacional, y el Grupo de Trabajo de América Latina.

[33] La administración de Felipe Calderón se extendió desde el 1 de diciembre de 2006 hasta el 30 de noviembre de 2012. Surgido de las filas del Partido Acción Nacional (PAN) que es un partido político mexicano de derecha, cristiano, de doctrina política conservadora, afín a las ideas de la democracia cristiana. Sus estatutos establecen que su posición ideológica es el humanismo cristiano.

[34] El sexenio de Enrique Peña Nieto se extendió de 1 de diciembre de 2012 hasta el 30 de noviembre de 2018. Priista y ex gobernador del Estado de México. Su período ha sido calificado por la Dra. Ivonne Acuña como perdido, para el Estado y la sociedad mexicana, pero no para él y la élite que representaba.

[35] Amnistía Internacional señaló que el legado de Peña Nieto se tradujo en cifras y hechos escalofriantes: más de 37 mil personas desaparecidas – de estas cerca de 60% han desaparecido en los últimos seis años-, múltiples casos de ejecuciones extrajudiciales cometidas por fuerzas de seguridad; y una práctica de la tortura generalizada, que incluye la tortura sexual, como mecanismo común en el sistema de justicia. Los últimos dos años han sido los más violentos en la historia reciente, con una media mensual de más de dos mil homicidios dolosos; los feminicidios son una epidemia en todo el territorio nacional; el país se ha convertido en uno de los más peligrosos del mundo para personas defensoras de derechos humanos y periodistas; y la discriminación y desigualdad siguen siendo flagelos que afectan a la mayoría de la población, con la impunidad y la corrupción como la norma.

[36] Andrés Manuel López Obrador: su sexenio se extiende desde el 1 de diciembre de 2018 y culminará el 30 de noviembre de 2024. Llevado a la Presidencia de la República por el partido Movimiento Regeneración Nacional (MORENA). Es un partido político de hombres y mujeres que luchan por la transformación pacífica y democrática de nuestro país.

[37] Los instrumentos internacionales que abordan la temática de los pueblos originarios y comunidades indígenas son:  el Convenio Número 107 sobre Poblaciones Indígenas y Tribales, que fue ratificado por 27 países (creado en el escenario de la OIT, 1957); el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (1966), en su artículo 27 señala que en los Estados en que existan minorías étnicas no se les negará a los miembros de las mismas, el derecho a tener su propia vida cultural, a profesar su propia religión y a emplear su propio idioma; la Declaración sobre los Derechos de las Personas Pertenecientes a Minorías Nacionales o Étnicas, Religiosas y Lingüísticas (1992), establece que los Estados protegerán la existencia y la identidad nacional o étnica, cultural, religiosa y lingüística de las minorías dentro de sus territorios respectivos y fomentarán las condiciones para la promoción de esa identidad, entre ellas disfrutar su propia cultura; profesar y practicar su propia religión, y utilizar su propio idioma, en privado y en público, libremente y sin injerencias ni discriminación de ningún tipo; El Convenio 169 de la OIT sobre Pueblos Indígenas y Tribales en Países Independientes (27 de junio de 1989), que buscó romper con los contenidos asistencialistas e integracionistas del Convenio 107 comentado antes; el Convenio 169 de la OIT fue ratificado por México en 1990 y entró en vigor el 5 de septiembre de 1991 (es un instrumento vinculante); la Declaración de Naciones Unidas sobre Pueblos Indígenas (2007), no constituye un documento jurídicamente vinculante, pero con fuerza moral y marcan los parámetros mínimos para el respeto a los derechos de los pueblos indígenas, dentro de ellos los relativos a la libre determinación, a la cultura propia, a la educación y a la organización, al desarrollo y al trabajo, a la propiedad de la tierra, al acceso a los recursos naturales de los territorios en los que se asientan y a un ambiente sano, a la no discriminación y a la consulta libre e informada sobre temas que los afecten, entre otros.

[38] Juicio de amparo en México:  es un procedimiento jurisdiccional de control judicial regulado por la Ley de Amparo, Reglamentaria de los artículos 103 y 107 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y es un medio de control de constitucionalidad, convencionalidad, dignidad humana y derechos humanos, al tenor de la leyenda: "El amparo protege a las personas frente a normas generales, actos u omisiones por parte de los poderes públicos o de particulares en los casos señalados en la presente Ley.

[39] Por la reforma a la Constitución al artículo 105, fracción 1 que facultó a los órganos constitucionales autónomos para presentar ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación, controversias constitucionales.

[40] México ocupa el lugar #11 en población a nivel mundial.

[41] El Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) ha manifestado en el tema del megaproyecto: Tren Maya que tendría 1,525km de extensión y que se desarrollaría en Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo. Una inversión entre 120 -150 mil millones de pesos mexicanos; que morirían como guardianes de la tierra antes de permitirlo.

[42] Las Organización de las Naciones Unidas (ONU) está integrada por 6 órganos principales: La Asamblea General, el Secretario General, el Consejo Económico y Social (ECOSOC), el Consejo de Administración Fiduciaria, el Consejo de Seguridad y la Corte Internacional de Justicia. Dentro del ECOSOC funcionó desde 1946 la Comisión de Derechos Humanos que sería reemplazada en el 2006 por el Consejo de Derechos Humanos. En este consejo se lleva gran parte de la cooperación que se genera a través de los diversos Organismos Internacionales que forman parte del Sistema de las Naciones Unidas.

[43] Buscar una definición a un desarrollo multidimensional es acercarse a la definición sobre desarrollo sostenible contenida en el Informe Brundtland (1987), cuando señala que consiste en “Satisfacer las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer las posibilidades de las generaciones futuras para atender sus propias necesidades”. El referido informe es un informe que enfrenta y contrasta la postura de desarrollo económico junto con el de sustentabilidad ambiental. Fue realizado por la ex primera ministra noruega: Harlem Brundtland y el objetivo era analizar, criticar y replantear las políticas de desarrollo económico globalizador, reconociendo que el actual avance social se estaba llevando a cabo a un costo medioambiental alto.


 [VC1]Aquí falta conecte

 

jueves, 7 de octubre de 2021

La Universidad de Panamá y sus aportes al desarrollo nacional, por Venicia Chang, docente

Durante la década de 1920 el pensamiento social panameño (Sindicato General de los Trabajadores, Liga del Movimiento Inquilinario y Acción Comunal), alcanzaba madurez y a pesar de los grandes embates que se sucedían producto de la crisis económica y social que afectaba a nivel global, en la mente de ilustres hombres, se concebía la idea de crear una casa de estudios superiores que fuera la formadora de hombres y mujeres que por diversas causas no podían asistir al extranjero en busca de sus sueños. En ese escenario, mediante el Decreto N°29 del 29 de mayo de 1935 y bajo la administración de Don Harmodio Arias Madrid, se creaba la Universidad de Panamá; misma que sería inaugurada el 7 de octubre de 1935, una institución destinada a la enseñanza superior con el objeto de formar profesionales, y que a lo largo de su historiografía han contribuido con el desarrollo nacional. 

Hoy celebramos el 86 aniversario de la casa de estudios superiores del pueblo panameño. Una universidad de carácter público reconocido, con autonomía, cuenta con 311 carreras (171 pregrados y 140 postgrados); tiene 19 facultades; 89,598 estudiantes matriculados y 4,155 docentes, distribuidos en los 10 Centros Regionales Universitarios, 5 Extensiones Universitarias y 27 Programas Anexos. Brinda servicios a la comunidad universitaria, desarrolla programas de extensión, proyectos de investigación y asistencia a la población. Desde su inauguración hasta el 2020, ha aportado al mercado laboral 277,791 profesionales en diversas áreas del conocimiento. 

La Casa de Méndez Pereira ha tenido que enfrentar a gobernantes inescrupulosos que quisieron silenciar el pensamiento social y el derecho de los pueblos a expresarse, lo que condujo en ocasiones al cierre de la institución de estudios superiores. No podemos olvidar las medidas severas que en 1968 y a finales de la década de los ‘80, tuvo como objetivo liberar al mando de las constantes críticas y presiones de la Universidad de Panamá, por lo que esta fue clausurada y se expulsaba del cuerpo docente y del estudiantado en general, a todas aquellas personas que parecían un peligro para la paz y estabilidad del nuevo gobierno, y seguía poniendo su cuota de sacrificio para que culminaran los 21 años del régimen militar y de esa manera poder alcanzar mejores días para su pueblo. No obstante, no se puede dejar de mencionar la participación de esa vida universitaria en la lucha generacional por la soberanía panameña en todo el territorio nacional. 

La universidad ha sido siempre el bastión de lucha para que los gobiernos que se han sucedido en la vida democrática del país no pierdan la perspectiva que se deben al pueblo que los eligió, a la vez que, por su apertura y el respeto por todas las ideas, ha participado en los grandes consensos y de toma de decisiones en temas de trascendencia para el país. Esa mística de nuestra universidad, realizando grandes aportes, al no permitir en éste, tiempo de pandemia, el cierre de sus labores y con el único propósito de seguir jugando su rol como lo establece la Constitución.

Ante la grave crisis sanitaria, la resiliencia mostrada por todo su personal administrativo y docente, siguiendo mandato de los órganos de gobierno, con el único y firme propósito de no dejar a nadie atrás y buscar los mecanismos necesarios para que la exclusión provocada en sectores educativos no trascendiera en la educación pública superior. Más que un reto, una odisea porque los universitarios nos tuvimos que enfrentar a los retos que planteaba la nueva virtualidad. Con pasos firmes seguimos caminando con la seguridad de mejores días para toda la familia universitaria, extrañando a esos compañeros que partieron antes y que dejaron su legado en las aulas de esta institución. A pesar de las adversidades, es propicia la ocasión para felicitar a todos los miembros de la Casa de Méndez Pereira por otro aniversario.

miércoles, 6 de octubre de 2021

Título: Semana de alto nivel, septiembre 2021 Por: Venicia Chang y José Ulises Lescure, profesores universitarios

La necesidad de una organización con carácter global que retomara las riendas de la sociedad internacional con el objeto de mantener la paz y la seguridad internacional se vio realizada al finalizar la Segunda Guerra Mundial. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) creada mediante la carta constitutiva de San Francisco en 1945, está estructurada por órganos especializados como la Secretaría General, la Asamblea General, el Consejo de Seguridad, el Consejo Económico y Social, el Consejo de Administración Fiduciaria y la Corte Internacional de Justicia. Desde su creación, impulsó el proceso de descolonización y durante la guerra fría, su papel estuvo vedado por los vaivenes de las relaciones entre las dos superpotencias. La globalización ha significado para la organización, un papel importante para ejercer su mandato en el escenario universal. Hoy, esa etapa global de la que hablamos, trae consigo graves problemas: las emisiones contaminantes que han puesto en jaque el Acuerdo de París (suscrito el 12 de diciembre de 2015 en el cual se había alcanzado un acuerdo para combatir el cambio climático y realizar acciones para disminuir las emisiones de carbono) y los efectos del cambio climático en todo el orbe debido a que los casquetes polares se están derritiendo lo que provoca el aumento en el nivel del mar, aunado a la afectación de regiones con fenómenos meteorológicos extremos (inundaciones, olas de calor, sequías, nevadas). Otro de los graves problemas globales y que ha llevado a la humanidad a replantear sus estilos de vida, lo constituye la pandemia de COVID-19. El COVID-19 ha cobrado la vida, al 12 de septiembre de 2021, de 4,6 millones de personas (América: 2,153,219; Europa: 1,274,567; Asia: 1,002,831; África 202,911 y Oceanía: 2,586 personas). Por otro lado, la grave emergencia sanitaria ha sentado las bases para que la brecha entre los países siga en crecimiento. Desde el punto de vista sanitario, sólo algunos Estados, tienen acceso a suministros médicos de manera sostenible, a otros que se les complica la situación por no tener acceso a los mismos ni de manera cualitativa (calidad) ni cuantitativamente hablando. Todos los Estados deben poder acceder a las vacunas, a las pruebas de detección y a los tratamientos que se están generando y certificando para de esa manera poder combatir con éxito la pandemia y en igualdad de condiciones. No obstante, la falta de equidad de la que venimos conversando, afloran aún más, por las tendencias al nacionalismo con el cual se ha revestido la obtención y distribución de las vacunas. Muestra de ese nacionalismo cuando un Estado prioriza obtener las por encima de otros, lo que se ha reflejado en la comunidad internacional en una suerte de “carrera por la inmunización”, en función de que las mismas no han llegado a los países más pobres, lo que hace difícil poder alcanzar el 60% de cobertura de población mundial inmunizada para poder acabar con la pandemia y de esa manera minimizar el número de muertos. En cifras de la OMS, los países ricos (que representan tan solo al 13% de la población mundial) han comprado más de la mitad de las vacunas disponibles, a la vez que la propia OMS ha calificado la situación como una catástrofe moral (OMS, 2021). La geopolítica de las vacunas conlleva amenaza debido a que la pandemia se prolongará, existirá mayor riesgo para que el virus mute y que aparezcan nuevas cepas y con ello aumentará el número de muertes y la pobreza mundial. Por ello, se hace imperativo que se dé una distribución equitativa de las vacunas para controlar la pandemia, que los Estados y las poblaciones puedan acceder a las mismas con precios razonables y de esa manera poder que se genere la reactivación económica global, de cara a otra gran lucha contra otra gran crisis que apenas estamos viendo: la desigualdad y la pobreza que ha acrecentado la actual pandemia. No se puede dejar de lado la crisis de la educación global, agudizada aún más por la pandemia y que cambió la forma de impartir la educación, convirtiendo a la escuela y el hogar en un mismo lugar de enseñanza-aprendizaje. Según datos de la UNESCO en el 2020, más de 861.7 millones de niños y jóvenes en 119 países se vieron afectados, en ciudades donde el 70% de los estudiantes vienen de familias de bajos ingresos y llevar la escuela a casa significa enfrentarse a no poder ofrecer comidas adecuadas y mucho menos la tecnología o conectividad necesarias para el aprendizaje virtual en línea (Villafuerte, 2020). Según datos del World Economic Forum (WEF) sólo alrededor del 60% de la población mundial tiene acceso a la red, reflejando con ello la exclusión que ha puesto al descubierto la pandemia y la brecha digital sigue creciendo a medida que los estudiantes con escasos recursos no puedan sumarse a los desafíos educacionales. En este catálogo de retos que captan la atención de la comunidad internacional, no está ausente el autoritarismo como forma de gobierno en diversos Estados en los cuales se registran graves violaciones a los derechos humanos. Estos regímenes autoritarios se caracterizarán por: su amplia base social y poder político, conformada por diferentes grupos (civiles, militares, éticos, religiosos que en la burocracia del Estado y en la economía pública tienen una función clave). El modelo de legitimación varía entre lo tradicional, lo carismático, lo político-situacional y los de legitimación ideológica del desarrollo. Los que su estructura de poder político gira con relación al reparto del poder (dirigencia y las élites dominantes) (Nohlen, 2017). Este es por menos un pincelazo del escenario que se desarrolla en muchos Estados y la situación se complica debido a la vulneración de derechos que están sufriendo sus gobernados, lo que ha provocado graves problemas y crisis mundiales -como la migración, por ejemplo- hacia los Estados más desarrollados. Esa realidad la están viviendo países de todo el orbe y nuestra región no es la excepción. Según datos de la Organización Internacional de las Migraciones (OIM), Europa y Asia acogieron a más de 87 millones y 86 millones de migrantes internacionales, América del Norte 59 millones de migrantes internacionales, África el 9%, América Latina y el Caribe el 5% y Oceanía el 3% de la población mundial de migrantes (OIM, 2021). Sin ir muy lejos la situación en la frontera colombo-panameña ha motivado la necesidad de abordar el tema desde un enfoque multilateral con los principales actores regionales. En lo relativo a la situación de los derechos humanos en el mundo, a pesar de que casi todos los Estados han suscrito la Declaración Universal de los Derechos Humanos, en algunas partes, los mismos no son respetados. Actualmente existen muchos lugares en el mundo en donde las personas no pueden ejercer sus derechos ni cuentan con las garantías individuales que deben brindarles los Estados. Somos testigos de las violaciones a los derechos de las mujeres, de los niños y niñas y de personas indefensas en diversas regiones. Es este el panorama a “grosso modo” en el cual se está celebrando la semana de alto nivel, en el 76° período de sesiones de la Asamblea General de la ONU, con el objeto de crear resiliencia a través de la esperanza: para recuperarse de la COVID-19, reconstruir la sostenibilidad, responder a las necesidades del planeta, respetar los derechos de las personas y revitalizar las Naciones Unidas. Es por ello, que dentro de esta diplomacia de alto nivel, se estarán abordando temas trascendentales como: 1. En el cumplimiento de la Agenda de Desarrollo Sostenible (Agenda 2030) se dirigirán esfuerzos hacia: a) Dentro del escenario y de las afectaciones (desigualdad) que ha generado la pandemia. b) La Cumbre para transformar y orientar los sistemas alimentarios globales hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible para 2030. 2. En el marco del 20° aniversario de la Declaración de Durban (adoptada por consenso en la Conferencia Mundial Contra el Racismo de 2001, constituyen un documento integral y orientado a la acción que propone medidas concretas para combatir el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia, con visión holística, aborda una amplia gama de temas, y contiene medidas prácticas y recomendaciones trascendentales) se aprovechará este evento de alto nivel para seguir impulsando el movimiento mundial contra el racismo y la discriminación racial. 3. Debate del Consejo de Seguridad sobre el clima y la seguridad debido u ocasionado por el cambio climático y los desastres relacionados con el clima que pueden exacerbar los riesgos que conducen a conflictos e inseguridad. 4. Diálogo de alto nivel sobre energía el cual es fundamental para abordar el cambio climático y la pobreza. Su objetivo es avanzar hacia el ODS 7, las cero emisiones netas y el acceso universal a la energía. A manera de conclusión podemos esperar que en esta Asamblea General, las acciones y discursos de los gobernantes hagan énfasis en las implicaciones negativas y desfavorables de los devastadores efectos de la pandemia que ha exacerbado la latente crisis social de alcance global, cuya raíz se encuentra en las profundas desigualdades en la distribución de la riqueza, equidad de género, falta de acceso a la educación y a la salud. Referencias Nohlen, D. (2017). Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de las UNAM. Recuperado el 19 de septiembre de 2021, de Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM: https://archivos.juridicas.unam.mx/www/bjv/libros/9/4311/9.pdf OIM. (2021). Organización Internaciona de las Migraciones. Recuperado el 19 de septiembre de 2021, de Organización Internaciona de las Migraciones: https://worldmigrationreport.iom.int/wmr-2020-interactive/?lang=ES OMS. (septiembre de 2021). Organización Mundial de la Salud. Recuperado el 19 de septieembre de 2021, de Organización Mundial de la Salud: https://www.who.int/es/emergencies/diseases/novel-coronavirus-2019?gclid=CjwKCAjw4qCKBhAVEiwAkTYsPEckk2qeIu-Y9t3Pkj9rEGHL_dwVHp7G0p9zK5kG6EnkYuED5BHLKRoCyhMQAvD_BwE Statista. (12 de septiembre de 2021). Statista. Recuperado el 19 de seeptiembre de 2021, de Statista: https://es.statista.com/estadisticas/1107719/covid19-numero-de-muertes-a-nivel-mundial-por-region/ Villafuerte, P. (19 de marzo de 2020). Observatorio Instituto para el futuro de la educación del Tecnológico de Monterrey. Recuperado el 19 de septiembre de 2021, de Observatorio Instituto para el futuro de la educación del Tecnológico de Monterrey: https://observatorio.tec.mx/edu-news/educacion-en-tiempos-de-pandemia-covid19

Título de la ponencia: “Propuesta de medidas para atender a las recomendaciones del MESICIC respecto a la regulación de conflictos de intereses en la administración pública panameña” Ponente: Venicia Chang, docente Escuela de Relaciones Internacionales Evento: XXX Congreso Científico Nacional: “El Valor De Las Ciencias En El Desarrollo Humano Sostenible”

UNIVERSIDAD DE PANAMÁ FACULTAD DE ADMINISTRACIÓN PÚBLICA Título de la ponencia: “Propuesta de medidas para atender a las recomendaciones del MESICIC respecto a la regulación de conflictos de intereses en la administración pública panameña” Ponente: Venicia Chang, docente Escuela de Relaciones Internacionales Evento: XXX Congreso Científico Nacional: “El Valor De Las Ciencias En El Desarrollo Humano Sostenible” Palabras claves: desarrollo sostenible, corrupción, conflictos de intereses, recomendaciones, MESICIC. En el escenario del XXX Congreso Científico Nacional: “El Valor de las Ciencias en el Desarrollo Humano Sostenible”, es preciso acotar cómo la utilización de las ciencias ha ido apoyando en diversas direcciones la ordenación del medio ambiente y del desarrollo con el objeto de la supervivencia diaria y el desarrollo futuro de la humanidad, por lo que juega papel importante la implementación de medidas de desarrollo sostenible desde la dinámica del desarrollo que” permitan satisfacer las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer las posibilidades de las del futuro de satisfacer sus propias necesidades” (Brundtland, 1987). Un concepto tridimensional que aglutina tres (3) dimensiones: la económica, la social y la sostenibilidad (Bermejo, s.f.). Para lograr el desarrollo sostenible es necesario tener perspectivas a largo plazo, conocer e integrar los efectos locales y regionales de los cambios que se suscitan a nivel global y utilizar los conocimientos científicos (ciencias naturales y sociales) y tradicionales que tengamos a nuestro alcance. Es aquí en este escenario en el que se implementan las políticas necesarias para seguir alcanzando el desarrollo. Sin embargo, como ha señalado la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, luchar y erradicar la corrupción se ha convertido en pieza vital para lograr el desarrollo sostenible (UNODC, 2019). La corrupción representa una amenaza significativa para los países del mundo entero; debilita las instituciones democráticas, contribuye a la inestabilidad gubernamental y erosiona la confianza. Además, amenaza la economía al socavar la libre competencia, desalentando la inversión y el comercio. La corrupción afecta desproporcionadamente a los grupos desfavorecidos al impedir la inclusión social, promover la desigualdad e inhibir la prosperidad (Anticorruptionday, s.f.). En palabras de António Guterrés, Secretario General de las Naciones Unidas, señalaba que "Las personas tienen razón de estar enojadas. La corrupción amenaza el bienestar de nuestras sociedades, el futuro de nuestros hijos y la salud de nuestro planeta. Debe ser combatida por todos, para todos." (UNODC, 2019). Nuestra ponencia del día de hoy ha sido producto de una investigación “Propuesta de medidas para atender a las recomendaciones del Mecanismo de Evaluación y Seguimiento de la Convención Interamericana Contra la Corrupción (MESICIC) respecto a la regulación de conflictos de intereses en la administración pública panameña”. La corrupción es actualmente una de las principales preocupaciones por parte de la sociedad y de las autoridades dentro de todos los países. El caso de Panamá resulta llamativo debido a que en los últimos años se ha cuestionado con severidad la forma en que la corrupción parece haber penetrado en dicha nación; se han adoptado diversas medidas con la intención de atacar y disminuir los diversos actos de corrupción y, de manera especial, destaca la ratificación de la “CICC” y su concreción en el llamado “MESICIC”. El objetivo de este estudio fue proponer medidas normativas, políticas y procedimentales que permitan dar atención a las recomendaciones no atendidas del MESICIC de las rondas de análisis 2004, 2007, 2010, 2013 y 2017, para consolidar la regulación de conflictos de intereses en la administración pública panameña. Se trató de un estudio de naturaleza cualitativa; de corte no experimental y de tipo aplicado, que generaron una serie de medidas normativas, políticas y procedimentales, cuyo objetivo es mejorar la instrumentación continua del MESICIC al interior de Panamá. En cuanto a la descripción podemos mencionar los avances de Panamá para evitar conflictos de interés en el sector público. El MESICIC como herramienta de la organización de Estados Americanos (O.E.A.) para impulsar la C.I. contra la corrupción. Las recomendaciones no atendidas del MESICIC en materia de regulación de conflicto de interés en la administración pública panameña y examinamos la aplicación del MESICIC al interior del Estado Parte de Panamá. Esta investigación se justifica a partir de los criterios de importancia, actualidad, aporte, pertinencia y viabilidad. Es importante porque los conflictos de intereses han sido de gran visibilidad en los últimos años. Es un tema vigente porque de él se derivan recomendaciones que se le han hecho al Estado en los últimos años para que actualice su legislación. Realiza aportes a las relaciones internacionales (R.I. como disciplina) porque permite la comprensión de la realidad internacional y contribuye a la explicación del problema de la corrupción internacional (multidisciplinariedad de las R.I.) y resultó viable porque contó con recursos económicos y técnicos para llevarla a cabo. También porque Panamá ha asumido múltiples compromisos a nivel internacional relacionados con la lucha contra la corrupción y por ende la comunidad internacional juega al hacer valer dichos compromisos y el interés de la sociedad sobre el tema. Por ello la necesidad de generar investigaciones que permitan comprender a profundidad el problema de la corrupción y la construcción de rutas para su atención. Los antecedentes del problema los situamos en la corrupción como un fenómeno que ha ido en aumento en los últimos años en la región latinoamericana; que la corrupción es considerada como uno de los peores males de la sociedad moderna; que amenaza la estabilidad política de los países y su institucionalidad democrática. Además del rol que han jugado la creación de la Convención Interamericana Contra la Corrupción (CICC) y la Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción (CNUCC); la creación de instituciones en el ordenamiento interno; aunado a las investigaciones penales por casos de corrupción. El problema de investigación planteado, a partir de los antecedentes históricos descritos y de la distinción de los factores que inciden en la consolidación del combate a la corrupción y el conflicto de interés en Panamá, es posible identificar el siguiente problema de investigación relevante para el área de estudio de Relaciones Internacionales: “A pesar de los avances alcanzados con la instrumentación del MESICIC para evitar conflictos de interés en el servicio público de Panamá, aún existen recomendaciones importantes de este mecanismo de cooperación internacional que no han recibido atención adecuada por parte del Estado panameño; esto plantea la necesidad de proponer medidas normativas, políticas y procedimentales que permitirían dar atención a las recomendaciones no atendidas del MESICIC en materia de regulación de conflictos de intereses en la administración pública panameña.” Entonces nos tenemos que preguntar: ¿Cuáles son las medidas (normativas, políticas y procedimentales) que permitirían dar atención a las recomendaciones no atendidas del MESICIC de las rondas de análisis de 2004, 2007, 2010, 2013 y 2017, en materia de regulación de conflictos de intereses en la administración pública panameña? El combate a la corrupción como parte de la agenda de desarrollo sostenible de las Naciones Unidas se ha dado a través de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, creados en septiembre de 2015 y que plantea cinco dimensiones conocidas (5 P): personas, planeta, prosperidad, paz y partnership (alianzas). Son objetivos complejos e interrelacionados que requieren de estrategias inteligentes con un impacto multidimensional y 150 Estados (inicialmente) firmaron el compromiso. Las naciones han adoptado la Agenda 2030 y los 17 ODS, 169 metas, considerados como parte de las políticas de Estado a partir de enero de 2016 y tiene como característica de importancia, que todos los países, independientemente de sus condiciones socioeconómicas, desarrollen condiciones para alcanzarlos y que nadie se quede atrás . La CICC Surgió en 1996, a raíz de los escándalos de corrupción en AL. En la 1° Cumbre de las Américas en Miami, USA, 1994, se identificó a la corrupción como un asunto que debilita las democracias y socava la legitimidad de las instituciones. En la OEA en 1995, se emite la AG/RES.1346 (XXV.0/95) en la cual se encomendó al Presidente del Grupo de Trabajo sobre Probidad y Ética Cívica, la preparación de un Proyecto de CICC. Países como Chile, Venezuela y USA impulsaron las negociaciones para la aprobación de la CICC. Suscrita por 22 Estados (de 35 Estados miembros de la OEA), en marzo de 1996 y entró en vigor en 1997. El MESICIC surgió en el contexto de la Tercera Cumbre de las Américas (2001, Quebec, Canadá). Es un mecanismo de revisión de pares anticorrupción, el cual posee un carácter intergubernamental, establecido en el contexto de la OEA, para apoyar a los países en la aplicación de las disposiciones que marca la CICC; es un conjunto de normas y procedimientos, a través de los cuales un grupo de países que han añadido a su legislación interna estándares anticorrupción, presentan un documento informativo sobre sus políticas en esta materia; establecen el diálogo con otros Estados para valorar su adecuación a los compromisos existentes, y aceptan sugerencias para controlar las dificultades derivadas de la aplicación deficiente de los estándares. Tiene como objetivos: promover la puesta en marcha de la CICC y fomentar el alcance de sus propósitos; monitorear los compromisos que han adquirido los países y discutir la forma en la que estos han sido implementados; y sentar las bases para propiciar el intercambio de información, la cooperación técnica, la armonización de las legislaciones de los países miembros de la CICC y la difusión de prácticas y experiencias óptimas. Entre las conclusiones más importantes que llegamos en la investigación podemos mencionar: 1. El tema de la corrupción en general ocupa un lugar destacado dentro de la actual discusión pública. Por momentos se puede llegar a tener la impresión de que no existe un solo ámbito de la vida que no haya sido alcanzado por este fenómeno: el mundo artístico, deportivo, medios de comunicación, etc. Los escándalos de corrupción son noticia diaria, y afectan la credibilidad de todas las personas involucradas en estas actividades hasta tal punto que todo logro permanece en duda hasta que se demuestre que fue obtenido por méritos propios, y está libre de toda sospecha. 2. Tal es la situación actual en la que se encuentran las sociedades y sus ciudadanos. Ahora bien, la corrupción parece haber afectado de forma especialmente aguda al mundo político y económico. Se trata, sin lugar a dudas, de dos esferas que hoy en día gozan de poca reputación y credibilidad entre las personas a causa de los constantes actos de corrupción que tienen lugar dentro de ellas. Esto ha generado un clima de desinterés y enojo por parte de la ciudadanía hacia sus representantes, a los que perciben como seres lejanos a su realidad y preocupados exclusivamente en el enriquecimiento individual. 3. Este escenario es especialmente preocupante en el caso de Panamá que se encuentra entre los primeros lugares en percepción de corrupción dentro de América Latina. Es decir, que sus ciudadanos están sumamente inconformes con el comportamiento y las prácticas que han mostrado sus representantes políticos y las instituciones encargadas de administrar los recursos del país. Ésta es una de las principales razones por las que se decidió emprender esta investigación. 4. Se expuso cómo en un mundo globalizado la corrupción se convierte en una de las principales preocupaciones los gobiernos y diversas instituciones. Esto, en la medida que los actos de corrupción representan importantes transgresiones a las leyes nacionales e internacionales que ponen en riesgo la estabilidad democrática de los estados y dificultan su pleno desarrollo social, político y económico. Afortunadamente, el propio proceso de globalización ha creado las condiciones necesarias para fortalecer la cooperación entre actores en la lucha contra la corrupción y esto lo hace a través del fortalecimiento de vínculos entre instituciones y organizaciones nacionales e internacionales que comparten esa preocupación. 5. Presentamos el desarrollo histórico que ha permitido crear las condiciones e instituciones necesarias para enfrentar la corrupción desde diferentes frentes. Y entender que la corrupción administrativa es uno de los problemas más acuciantes para los países en vías de desarrollo, ya que obstaculiza su crecimiento y desarrollo económico; especialistas estiman que es una de las razones por las que, a pesar de que hay más riqueza en el mundo, ésta sigue concentrada en pocas manos. Además, dicha problemática impide el establecimiento de instituciones democráticas sólidas, puesto que los beneficios del desempeño de la función pública se vuelcan en unas cuantas manos y se impide que la ciudadanía pueda disfrutar de los rendimientos de los bienes públicos. 6. Dado el panorama internacional actual donde las dinámicas de la globalización han exacerbado la incidencia de prácticas corruptas, se vuelve necesaria la intervención de organismos regionales e internacionales, que fomenten interacciones de cooperación internacional entre los Estados más afectados por este fenómeno. Así, desde la década de 1990, el fenómeno de la corrupción fue integrado a la agenda internacional, ante la presión de los medios de comunicación y organizaciones de la sociedad civil. En esta primera etapa, los Estados se mostraban reticentes a discutir mecanismos para eliminar las dinámicas de corrupción, y mucho menos mostraban disposición para establecer estándares anticorrupción; no obstante, progresivamente se fueron diseñando herramientas internacionales para persuadir a los países a ingresar en la lucha contra este fenómeno. Ejemplo de ello fue la Convención Interamericana contra la Corrupción (CICC), así como su mecanismo de revisión de pares; es decir, el Mecanismo de Seguimiento de la Implementación de la Convención Interamericana contra la Corrupción (MESICIC). 7. Dichos instrumentos son el resultado de una serie de escándalos de corrupción en Latinoamérica y, en el plano geopolítico, también son consecuencia de los intereses de Estados Unidos en la región. A pesar de su trasfondo político, las convenciones anticorrupción como la CICC son importantes mecanismos de cooperación internacional, que fomentan la ayuda mutua entre los países, para luchar colectivamente en contra de esta problemática. Esto debido a que el presente documento indica acuerdos trascendentes sobre cooperación técnica, asistencia jurídica mutua; la designación de cargos para la observación de la Convención, así como objetivos y definiciones en materia de estrategias anticorrupción. 8. Por su parte, el MESICIC es el brazo operativo de las disposiciones de la CICC, puesto que incluye un conjunto de normas y procedimientos, al que los Estados partes añaden a su legislación interna estándares anticorrupción; presentan un documento informativo sobre sus políticas en esta materia, y establecen el diálogo con otros Estados para valorar su adecuación a los compromisos existentes. Uno de los problemas que impide la aplicación efectiva de los compromisos derivados de la ratificación del CICC y el MESICIC es el hecho de que el incumplimiento de las recomendaciones emitidas por el Comité de Expertos no supone sanciones para los Estados, pues se trata de un ejercicio consensual sobre la base del principio de cooperación entre los miembros de la OEA. También, el MESICIC busca caracterizarse por su objetividad e imparcialidad en las conclusiones que establece y en sus mecanismos de operación y, aunque mantiene un carácter intergubernamental, éste busca fomentar la participación de la sociedad civil. 9. En el caso de Panamá, dicho Estado ratificó la CICC el 20 de julio de 1998, e hizo el depósito del instrumento de ratificación un mes después del mismo año; además, el 4 de junio de 2001, suscribió su ingreso al MESICIC. Esto le obligó a someterse a un proceso de evaluación recíproca, mediante rondas secuenciales en donde se examina la forma en la que se han implementado las disposiciones de la Convención. Como se observó en apartados previos, en la primera ronda de análisis el Comité de Expertos señaló la ausencia de regulaciones sobre aquellas acciones desempeñadas por los servidores públicos, después del ejercicio de sus funciones, y mencionó la imposibilidad de realizar una evaluación integral en esta materia, debido a que Panamá no contaba con datos estadísticos sobre el tema. Además, se recomendó capacitar a todos los servidores públicos sobre normas de conducta mínimas, incluyendo aquellas que aluden a los conflictos de intereses, así como reunir información sobre casos de conflicto de intereses, para verificar cómo ha procedido el Estado panameño sobre dicho tema. Las recomendaciones en materia de capacitación fueron evaluadas en la Ronda 5 de análisis y se concluyó que los esfuerzos fueron pertinentes para cumplir las disposiciones de la CICC; no obstante, se hizo énfasis en la necesidad de dar mayor difusión a los esfuerzos y programas de capacitación, para informar a la ciudadanía sobre estos logros. 10. Después, en diciembre de 2007, se presentó el segundo informe de análisis, en el cual se revisó la contratación de funcionarios públicos; la adquisición de bienes y servicios por parte del Estado, así como las acciones que debe emprender el gobierno para proteger a funcionarios y ciudadanos que denuncien actos de corrupción. En términos generales, se concluyó que Panamá adoptó medidas adecuadas para mantener, fortalecer y crear dichos mecanismos en este ámbito, pero se sugirió emprender acciones para fortalecerlos, y también se recomendó continuar con la adopción de medidas para la adecuación de las entidades excluidas del ámbito de aplicación de la Ley N°22, con la finalidad de evitar la fragmentación del sistema de contratación estatal. 11. Finalmente, se determinó que Panamá no adoptó ninguna medida para fortalecer y mantener los sistemas de protección de ciudadanos y funcionarios, pero sí adoptó medidas para tipificar los actos de corrupción establecidos en el artículo VI de la CICC. Ésta ha sido hasta el momento la evolución de este tema dentro del contexto de Panamá. A partir de este punto se abre la discusión acerca de las posibilidades de mejora y las fortalezas que han demostrado las diversas medidas que se han tomado en el combate a la corrupción. 12. Como se mencionó, la aplicación efectiva de las medidas contempladas por la CICC es uno de los principales desafíos en el presente. Para lograr esto se requiere alcanzar amplios consensos dentro del país, consensos que deben involucrar a los diferentes partidos políticos, independientemente de sus ideologías, y también a grupos provenientes de la sociedad civil para llevar a cabo las transformaciones e introducir las políticas y prácticas que se consideren necesarias. Todo esto, desde luego, sería en beneficio de toda la sociedad panameña. En la Figura 1 puede apreciarse una esquematización de lo hasta aquí expuesto acerca de la creación de la CICC y el MESICIC como alternativas para la cooperación internacional contra la corrupción. Figura 1. La Convención Interamericana contra la Corrupción y el Mecanismo de Seguimiento de la Implementación de la Convención Interamericana contra la Corrupción: creación y adopción en Panamá. Elaboración propia con Cmap Tools v.6.04 13. Uno de los grandes problemas de MESICIC es que sus recomendaciones no poseen un carácter vinculatorio por lo que su aplicación depende en buena medida de la voluntad política de las autoridades encargadas de aplicarlas. Con el tiempo se ha hecho evidente que éste es uno de los principales obstáculos que ha hecho evidente con el tiempo. Además, la aplicación de estas medias requiere de una coordinación internacional, ya que si una de las partes involucradas se opone a ellas, retrasa su proceso de implementación o lo hace tan sólo de manera parcial o deficiente ofrece a las otras partes una excusa para actuar de la misma manera. 14. No obstante, una de las fortalezas de MESICIC que compensan parte de estas debilidades es que ha logrado un amplio reconocimiento a nivel internacional, por lo que los gobiernos muestran un interés por cumplir con ella debido a que esto les otorga prestigio y confiabilidad. De lo contrario se exponen a perder poder de negociación frente a sus pares. Además de este punto, MESICIC ha demostrado ser un instrumento eficiente para diagnosticar la situación de un Estado y poder identificar los principales problemas que enfrente con relación al tema de la corrupción. Éste es un punto esencial, en tanto permite reconocer aquellas áreas en las que resulta prioritario trabajar para obtener resultados en el corto, mediano y largo plazo. 15. Entre las medidas que se podrían tomar a futuro dentro del caso de Panamá para mejorar el funcionamiento de MESICIC se encuentran: realizar una mayor especificación de las situaciones de conflicto de interés, dado que en su forma actual deja un amplio margen de indefinición lo que dificulta su aplicación; de manera complementaria está el establecer un régimen de incompatibilidades donde se especifique las sanciones correspondientes y los mecanismos de aplicación; reforzar el Código de Conducta incluyendo las prácticas específicas que entran en la categoría de actos de corrupción y conflicto de interés y los riesgos potenciales a los que quedan expuestos de llegarse a incurrir en ellas. En síntesis, crear leyes que regulen los conflictos de interés en Panamá significa delimitar y definir de forma precisa cuestiones relacionadas con las incompatibilidades, inhabilitaciones y prohibiciones. 16. De manera complementaria, una buena forma de fortalecer el combate a la corrupción en Panamá y hacer más efectivas las recomendaciones de la CICC es a través del involucramiento de la sociedad civil. De tal manera, que la presión generada desde la sociedad sirva como un impulsor para acelerar y mejorar la aplicación de las diferentes recomendaciones y cambios necesarios dentro del ámbito legislativo. El combate a la corrupción es un camino largo que requiere de la participación constante de diferentes actores, tanto nacionales como internaciones, sin una articulación de todos ellos, difícilmente se obtendrán resultados positivos y duraderos. Ésta es la dirección en la que Panamá debe seguir trabajando. En la Figura 2 se ofrece un análisis esquemático de las fortalezas y debilidades de los instrumentos analizados, así como de los aspectos necesarios para dotarlos de un carácter vinculatorio y gestionar su aplicación de manera efectiva. Figura 2. La Convención Interamericana contra la Corrupción y el Mecanismo de Seguimiento de la Implementación de la Convención Interamericana contra la Corrupción: propuestas para dotarles de carácter vinculatorio y gestionarles de manera efectiva Elaboración propia con Cmap Tools v.6.04 Las recomendaciones realizadas en el marco de la investigación, responden a una serie de sugerencias, observaciones y recomendaciones, para garantizar la mejora continua de la instrumentación del MESICIC en Panamá, a fin de progresar en el diseño y ejecución de las disposiciones existentes que regulan la prevención, surgimiento y sanción de conflictos de interés. Con dicho propósito, se detallarán recomendaciones para materializar las disposiciones de la CICC y las recomendaciones emitidas bajo EL MESICIC y, posteriormente, se profundizará en las acciones que deben emprenderse para reforzar el carácter trasformador del mecanismo en la regulación de los conflictos de interés en Panamá. Las recomendaciones generales para lograr la aplicación efectiva de los principios de la CICC y el MESICIC, se vuelve imperativa la necesidad de introducir leyes nuevas, políticas y prácticas, que exigen el establecimiento de acuerdos partidistas, así como garantizar que existan los recursos necesarios para implementar tales requerimientos. Por ende, se sugiere manejar la lucha contra la corrupción bajo el enfoque de políticas públicas y no sólo como un componente de la política de seguridad del Estado. Esto debido a las razones siguientes: 1) El enfoque de políticas públicas permite enmarcar la problemática a resolver como una cuestión de interés común a todos los miembros de una comunidad y, en este caso, la corrupción administrativa debe ser caracterizada como un problema complejo, cuya solución no puede ser abordada sin la intervención de todos los actores sociales. El manejo de la corrupción administrativa, bajo dicho discurso, genera mayores incentivos para establecer acuerdos entre las diferentes fuerzas partidistas de un Estado, puesto que se maneja como un problema común, que requiere la cooperación de todos los miembros de la sociedad. 2) El enfoque de políticas públicas brinda un cariz de transparencia al tratamiento de la corrupción y, por ende, impide que se aborde como un tema que requiere discrecionalidad, lo cual favorece la intervención de la sociedad civil en el diseño de estrategias para combatirla. Además, permite que las soluciones propuestas estén sujetas al escrutinio público, lo que facilita los procesos de retroalimentación, para brindar mejores soluciones. 3) Dicho enfoque favorece la toma de decisiones congruentes y consistentes, pues parte de la idea de cumplir una serie de objetivos y metas específicos. 4) Las decisiones para enfrentar las dinámicas de corrupción, parten de una argumentación teórica que las sustenta, por lo que existe mayor probabilidad de que sean tomados en cuenta los principios de la CICC y las recomendaciones del MESICIC, como referentes teóricos y prácticos. 5) Este enfoque permite la puesta en marcha de mecanismos de planeación estratégica, lo cual implica que la asignación de recursos al combate a la corrupción sea más eficiente y efectiva. A su vez, esto permite la reducción de costos económicos y políticos. 6) Permite involucrar al ciudadano común en el combate a la corrupción, mediante la organización de sesiones de parlamento abierto, en donde el poder legislativo justifica y explica sus acciones y, por tanto, privilegia la participación ciudadana para la toma de decisiones en esta materia. Lo anterior podría facilitar la aprobación de una ley en materia de regulación de conflictos de interés, ante la presión de la sociedad civil en este tipo de sesiones. En este punto, cabe mencionar que la participación de la sociedad civil es de vital importancia para garantizar la efectiva aplicación de las recomendaciones del Comité de Expertos del MESICIC. La lucha contra la corrupción requiere la colaboración entre los distintos actores que conforman una sociedad, puesto que se trata de un problema complejo que permea todas las esferas de la vida política y económica de los Estados. Olamendi (2005) sostiene que la sociedad cumple una función vital en la prevención y lucha contra la corrupción, ya que los procesos de incidencia que pone en marcha influyen en las decisiones gubernamentales, y someten a escrutinio público las decisiones tomadas por el gobierno en turno. De tal modo, se recomienda a la sociedad civil panameña tomar en cuenta las estrategias de incidencia para el combate a la corrupción que han sido propuestas por prestigiosos organismos no gubernamentales (ONGs) de rango internacional, para aumentar la eficacia de su labor. También, se sugiere poner atención a los mecanismos exitosos que han sido implementados por otras organizaciones nacionales en sus respectivos países, con la finalidad de generar dinámicas de colaboración regional. En el primer caso, Transparencia Internacional (op. cit.) sostiene que las organizaciones no gubernamentales pueden desempeñar un papel significativo en la promoción de la ratificación, implementación y monitoreo de convenciones y mecanismos como la CICC y el MESICIC. Sin embargo, para lograr tal objetivo, se requiere preparar un plan estratégico que identifique los temas clave en los que se debe incidir; los actores que tienen influencia en el proceso; las audiencias metas, que podrán influir en la decisión, así como los medios y materiales para difundir la estrategia de incidencia. Por ejemplo, en el caso de la fase de implementación de políticas y leyes, las organizaciones de la sociedad civil deben comprender claramente las disposiciones obligatorias y no obligatorias de la convención, para identificar si el Estado parte realmente ha cumplido los compromisos adquiridos. Además, se deben establecer los estándares mínimos internacionales, que ayudarán a evaluar el grado de efectividad de las políticas y leyes diseñadas para mitigar y erradicar los efectos de este fenómeno. Estos constituyen una herramienta útil para medir el nivel en que las instituciones gubernamentales cuentan con las garantías mínimas para prevenir, sancionar erradicar prácticas corruptas. Por otro lado, las organizaciones de la sociedad civil deberán investigar los reglamentos, las leyes, prácticas y políticas existentes, para verificar su congruencia con los postulados de la CICC y las recomendaciones del MESICIC. Para ello, pueden consultar los informes de avance por país, que se encuentran en la página web de la OEA, los cuales les permitirán conocer la opinión del Comité de Expertos sobre el estado del país en la lucha contra la corrupción. A partir de sus recomendaciones, estos organismos pueden emitir conclusiones sobre los cambios que son necesarios para avanzar en este ámbito, y elegir los temas prioritarios sobre los que versará su estrategia de incidencia. El cabildeo es una de las herramientas básicas de incidencia, y puede ponerse en marcha mediante la organización de comisiones de seguimiento que monitoreen el cumplimiento de las recomendaciones del MESICIC por parte del Estado panameño; a través de la puesta en marcha de talleres de participación ciudadana en los que se involucre a funcionarios públicos, medios de comunicación y la ciudadanía en general, para difundir la importancia la CICC y las recomendaciones del MESICIC, o al establecer alianzas estratégicas con medios de comunicación, para hacer públicos los avances del Estado en el cumplimiento de dichas disposiciones (Transparencia Internacional, op. cit.). Las auditorias sociales son ejemplos de acciones ciudadanas que pueden favorecer la aplicación eficaz de estos mecanismos. Se trata de procesos de participación ciudadana, en donde las personas se organizan para dar seguimiento a programas, políticas públicas y proyectos institucionales, con el objetivo de democratizar los procesos de monitoreo (OEA, 2019). La puesta en marcha de estas acciones, puede motivar la voluntad política de actores locales, para ejercer presión en los funcionarios de la administración pública central para que cumplan las disposiciones del Comité de Expertos. La efectividad de las auditorias sociales está íntimamente relacionada con la disposición de colaboración que presenten las instituciones gubernamentales panameñas, por lo que se sugiere que la Autoridad Nacional de Transparencia y Acceso a la Información brinde acompañamiento a dichos organismos, con el objetivo de hacer llegar sus observaciones a la administración pública central del Estado panameño. Asegurar el involucramiento de esta entidad, puede garantizar un mayor involucramiento de los funcionarios de alto rango en la lucha contra la corrupción y, por ende, la asignación adecuada de tiempo y recursos financieros para enfrentar esta problemática. Además, el brindar acompañamiento a las iniciativas ciudadanas legitima el discurso anticorrupción del gobierno en turno, lo cual reduce el margen de acción política de aquellos servidores públicos que se oponen a los programas anticorrupción. Lo anterior allana el terreno para la aprobación de leyes, reglamentos y códigos de ética, que prevengan, sancionen y erradiquen prácticas corruptas. Finalmente, las movilizaciones ciudadanas también son una herramienta importante para ejercer presión gubernamental. No hay que olvidar los ejemplos hondureños de movilización política, que se suscitaron en mayo de 2015. Tras el destape del escándalo de corrupción del Instituto Hondureño de Seguridad Social, se inició el movimiento “Marcha de las antorchas”, el cual demandó la instalación de una Comisión Internacional Contra la Corrupción y la Impunidad. El resultado inmediato de dicho movimiento, fue el establecimiento de la Misión de Apoyo Contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras, el cual constituyó una misión de cooperación internacional presidida por la OEA, para combatir la corrupción en dicho Estado. Por ende, se recomienda a la sociedad civil panameña hacer uso de estas estrategias, con la finalidad de reducir el impacto de las deficiencias en la aplicación efectiva de la CICC y el MESICIC. Otra recomendación que es importante tomar en cuenta, es la extensión de las recomendaciones del Comité de Expertos al ámbito de las prácticas corruptas en las que incurren las entidades privadas; por ejemplo, el soborno trasnacional, el uso indebido de información privilegiada y el tráfico de influencias. Aunque la CICC no incorpora disposiciones específicas para este sector, es posible promover líneas de acción en este sentido, bajo el auspicio del artículo III de la CICC, numeral 10, el cual enfatiza la necesidad de establecer “Medidas que impidan el soborno de funcionarios públicos nacionales y extranjeros, tales como mecanismos para asegurar que las sociedades mercantiles y otros tipos de asociaciones mantengan registros que reflejen con exactitud y razonable detalle la adquisición y enajenación de activos, y que establezcan suficientes controles contables internos que permitan a su personal detectar actos de corrupción (CICC, s.f.: 18).” Cabe mencionar que la corrupción pública y privada son fenómenos complementarios, que se han recrudecido en tiempos de globalización, ante el auge de las dinámicas de libre mercado. Panamá es una de las naciones que más ha prosperado debido a las dinámicas del comercio internacional, ya que dicha nación exporta bienes y servicios equivalentes al 35% de su Producto Interno Bruto (PIB), lo cual también le permite generar divisas para importar productos que de otra forma no podría obtener (El Capital, 2014). Sin embargo, el país es víctima de delitos como el soborno internacional, el tráfico de influencias y el uso de información privilegiada, los cuales disminuyen el impacto positivo de los beneficios que acarrea el comercio internacional. Es por esta razón que resulta necesario que la CICC y las recomendaciones del Comité de Expertos de la CICC profundicen en la regulación del fenómeno de la corrupción privada. Como base para materializar esta sugerencia, se puede tomar en cuenta la Convención para Combatir el Cohecho de Servidores Públicos Extranjeros en Transacciones Comerciales Internacionales. Si bien este documento también se enfoca en la corrupción administrativa, su artículo 2° indica que los Estados parte deberán emprender las medidas necesarias, de acuerdo con su marco jurídico, para establecer la responsabilidad de las personas morales por el delito de cohecho de un servidor público extranjero. Además, su numeral 3° menciona que los Estados tendrán que garantizar la aplicación efectiva de sanciones proporcionales y disuasorias, de carácter no penal, por incurrir en el delito de cohecho (OECD, op. Cit.). La aplicación de estas medidas también puede ser un punto relevante para prevenir, sancionar y erradicar las consecuencias del surgimiento de conflictos de interés. Como se mencionó en líneas previas, la corrupción privada y pública son fenómenos complementarios, por lo que deben ser abordados bajo estrategias que ataquen a ambos sectores. Así, si se identifican que un servidor público obtiene beneficios financieros por sus actividades dentro de ciertas organizaciones del sector privado, y se especifica en los documentos nacionales e internacionales en materia anticorrupción las sanciones aplicables ante la comisión de delitos como el uso de información privilegiada, entonces será posible emplear dichos mecanismos como estrategias disuasorias o, incluso, para evitar que servidores públicos obtengan cargos administrativos si poseen tales intereses. Ahora, resulta de vital importancia profundizar en las acciones necesarias que deben ponerse en marcha, para fortalecer el carácter vinculatorio de la CICC y garantizar la aplicación efectiva de las recomendaciones del Comité de Expertos. En líneas previas se dejó de manifiesto que la desventaja más preocupante de estas herramientas, es el hecho de que la no aplicación de las recomendaciones no acarrea sanciones para el Estado parte. Si bien esta característica facilita la adhesión y ratificación de la CICC, también dificulta la garantía de que los Estados materialicen las sugerencias emitidas durante las rondas de análisis. Dicha situación puede ser abordada desde dos perspectivas; es decir, desde el actuar de la ciudadanía o mediante la aplicación de mecanismos disuasorios por parte de la OEA. En el primer caso, se sugiere que tanto la Organización de Estados Americanos como las entidades de la sociedad civil, generen una campaña de difusión, que permita divulgar aquellos compromisos que no han sido cumplidos por los estados parte, desde la primera ronda de análisis. Lo anterior, tiene como objetivo que la ciudadanía reconozca las deficiencias del gobierno en turno en la lucha contra la corrupción, y pueda ejercer presión para mejorar tal contexto. Asimismo, se sugiere la creación de un índice regional que arroje una calificación para evaluar el grado de avance de los países, en la aplicación de las recomendaciones de las distintas rondas de análisis. En apartados anteriores se dejó de manifiesto que el “poder blando” está relacionado con el empleo del prestigio internacional, para aumentar la capacidad de negociación de los Estados. Si un país incumple constantemente con los compromisos internacionales que ha adquirido, la imagen que proyecta hacia el exterior se verá afectada y, por tanto, también su capacidad de influencia y negociación. De tal modo, la generación de un indicador regional puede lograr que los estados se sientan más motivados a aplicar las recomendaciones del MESICIC, ya que una calificación negativa reduciría su prestigio internacional e, incluso, podría afectar su relación comercial con sus principales socios, puesto que no se sentirían tan confiados de establecer acuerdos con países que han incurrido en constantes prácticas de cohecho internacional. Además, un indicador de este tipo facilitaría la generación de conocimiento sobre el progreso de los países americanos en la lucha contra la corrupción, y facilitaría el acceso a la información sobre esta problemática. En relación con este punto, se sugiere elaborar protocolos que determinen la forma adecuada de presentar los “Informes de Avance Nacional”, para que los Estados muestren sus progresos en consonancia con el principio de “datos abiertos”. Entre las recomendaciones específicas podemos señalar: Para contribuir a la mejora continua de la instrumentación del MESICIC en el Estado de Panamá, se profundizará en las recomendaciones pendientes de las Rondas 1°, 2° 4° y 5°, en materia de conflictos de interés, y se enumerarán algunas alternativas para facilitar su implementación. Así, las sugerencias que aún se encuentran pendientes de aplicación, son: 1) la aprobación de normas que especifiquen detalladamente las situaciones de conflictos de intereses de altos mandos de la administración pública de Panamá, y de los miembros de la Asamblea Nacional y sus suplentes; 2) establecer un régimen de incompatibilidades, que especifique las correspondientes sanciones en caso de incumplimiento, así como los mecanismos adecuados para su aplicación efectiva; 3) asegurarse de que todas las instituciones sujetas a la Ley N°6 de 2002 tengan una unidad o un oficial de información, para hacer cumplir las disposiciones de la Ley N°33 de 25 de abril de 2013, que creó la ANTAI; 4) adopción de las medidas necesarias—por ejemplo, la modificación a la Ley N°59, para otorgarle la facultad para verificar las declaraciones juradas de bienes patrimoniales, con la finalidad de prevenir conflictos de interés, así como para verificar variaciones injustificadas en el patrimonio de sujetos obligados—, que garanticen que el Código de Conducta de la Contraloría General de la República contenga las prácticas específicas en que no deben incurrir los servidores públicos, así como los riesgos potenciales de corrupción que son inherentes a su desempeño (OEA, 2013; OEA, 2017). En lo que respecta al apartado sobre la aprobación de leyes que especifiquen detalladamente las situaciones en donde se presentan conflictos de intereses, se recomienda revisar guías y estándares internacionales en esta materia, para que sea posible tipificar las conductas que acarrean el surgimiento de conflictos de interés, de forma detallada y precisa. Un buen referente para poner en marcha estas acciones, es el documento de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) denominado “Directrices para la gestión de conflictos de interés en el servicio público: directrices de la OCDE y experiencias de los Estados”. En dicho texto se especifican algunas prácticas que los estados más eficientes en la lucha contra la corrupción han tipificado para prevenir y sancionar el surgimiento de conflictos de interés en la administración pública. Ejemplo de ello es el “Código canadiense de conflictos de intereses para titulares de cargos públicos”, el cual establece cuatro prácticas que deben evitarse por parte de los funcionarios o, de lo contrario, implicarían su destitución y la ejecución de sanciones penales. La primera de ellas tiene que ver con la aceptación de beneficios económicos u otros beneficios de valor nominal, a menos que la transferencia de estos bienes sea bajo un contrato de derecho de propiedad del titular del cargo público. También se prohíbe brindar trato preferencial a entidades privadas en sus interacciones con el gobierno, así como otorgar información privilegiada a tales actores, al aprovecharse de los beneficios que se obtienen del ejercicio de la función pública. Otra práctica que se considera un riesgo potencial para el surgimiento de conflictos de interés es el uso directo o indirecto de propiedad gubernamental, para actividades no oficiales, y también el uso indebido de los conocimientos adquiridos durante el ejercicio de la función pública, después de haber dejado el cargo (OCDE, 2005). Sobre este último punto, también es necesario incorporar a la legislación panameña, aquellas prácticas en las que no deben incurrir los servidores que han cesado sus funciones. Para especificar tales acciones, se sugieren incorporar los lineamientos establecidos en el documento “Empleo postpúblico: buenas prácticas para prevenir conflictos de intereses” de la OCDE. En este se especifican principios, prácticas y reglas, que permiten aprovechar la experiencia de exempleados del sector privado, así como salvaguardar la integridad de la función pública, cuando exfuncionarios se trasladan al sector privado (OECD, 2010). Otro mecanismo que puede nutrir la regulación de conflictos de interés en Panamá es el bagaje de conocimientos sobre buenas prácticas para la administración pública, que se encuentra compilado en el “Sistema Regional de Información sobre buenas prácticas en América Latina y el Caribe”. Se trata de una plataforma digital, cuyo objetivo es documentar y difundir el conocimiento sobre buenas prácticas de gestión. Que permitan el fortalecimiento de las administraciones públicas de los gobiernos de América Latina y el Caribe (SIPAL, s.f.). A su vez, la creación de una ley que regule los conflictos de interés en Panamá requiere establecer un régimen eficiente de incompatibilidades, impedimentos, inhabilidades y prohibiciones. Dicha regulación debe dirigirse a autoridades de alta jerarquía, y se debe especificar que no podrán ser representantes de empresas privadas, miembros de juntas directivas, ni deberán participar del capital accionario de dichos organismos, tanto de forma personal como por medio de terceras personas. Con el objetivo de incorporar las mejores prácticas al diseño del régimen de incompatibilidades, se sugiere tomar como base los estándares internacionales establecidos en la “Guía Técnica de la Convención de Naciones Unidas contra la corrupción”, en donde se enfatiza la necesidad de tomar en cuenta las disposiciones del “Código Internacional de Conducta de los funcionarios públicos” (UNODC, 2009). Este documento también debe servir de guía, para indicar en el código de conducta de la Contraloría General de la República, las acciones específicas en las que no deben incurrir los servidores públicos para evitar el surgimiento de conflictos de interés, así como los riesgos de corrupción que pueden suscitarse en el desempeño de sus funciones. A su vez, la regulación de conflictos de interés también implica asegurar las condiciones necesarias de transparencia y acceso a la información, con la finalidad de que la ciudadanía corrobore la idoneidad y competencia de los servidores públicos que les representan. De tal modo, se sugiere crear una plataforma digital, que unifique y facilite el acceso a la información pública gubernamental; es decir, una base de datos en donde los ciudadanos puedan realizar solicitudes de acceso a la información, para verificar información relevante en materia de conflictos de interés; por ejemplo, se podría consultar las declaraciones patrimoniales, fiscales y de intereses de los servidores públicos. Dicha herramienta podría incorporar como sujetos obligados no sólo a las dependencias de la administración pública, sino a organismos y autoridades de los poderes ejecutivo, legislativo y judicial, así como a partidos políticos, sindicatos, y a cualquier persona moral o física que perciba recursos públicos. Se sugiere que la creación y el manejo de esta herramienta esté a cargo de la “Autoridad Nacional para la Innovación Gubernamental” (AIG), puesto que dicho organismo tiene en sus manos la tarea de coordinar las acciones para promover el empleo óptimo de las tecnologías de la información y la comunicación en el sector público, para lograr la modernización de la gestión pública (AIG, s.f.). En general, se sugiere que estas acciones se enmarquen dentro de un Plan Nacional de Lucha Contra la Corrupción, donde se incluya como parte medular la prevención de los conflictos de interés en la administración pública panameña. El objetivo principal de este instrumento será la optimización de las herramientas necesarias para que el gobierno panameño combata de frente potenciales actos de corrupción; a la vez, la finalidad será consolidar la institucionalización de un sistema que materialice efectivamente las sanciones administrativas para abatir los niveles de impunidad en el ámbito público. En la Figura 3 se presenta una esquematización de lo hasta aquí propuesto para la instrumentación de las recomendaciones de la CICC y el MESICIC en Panamá. Figura 3. La Convención Interamericana contra la Corrupción y el Mecanismo de Seguimiento de la Implementación de la Convención Interamericana contra la Corrupción: propuestas para la plena instrumentación de sus recomendaciones en Panamá Elaboración propia con Cmap Tools v.6.04 Como parte del Plan Nacional de Lucha Contra la Corrupción, será indispensable contar con un Plan Nacional de Prevención de la Corrupción que se encuentre embebido dentro del anterior y que sea formulado desde el ámbito educativo, cuyo objetivo sea intervenir en la formación ciudadana para fomentar los valores y principios que permitan luchar contra la corrupción desde el seno de la familia y la sociedad. El propósito de esta iniciativa será atacar a la falta de educación y valores como centro de la problemática de la corrupción en el país, a través de acciones tendientes a crear verdadera conciencia entre los ciudadanos a lo largo de su formación, tanto a través de las instituciones y medios formales como por lo no formales. Para formular y desplegar el Plan Nacional de Prevención de la Corrupción, el primer paso consistirá en realizar un diagnóstico de la condición en que se encuentra la sociedad en torno a su formación en valores y sentido ético, así como de las consecuencias de riesgo social y en materia de corrupción que derivan de la falta de una formación sólida en transparencia, ética, valores, justicia, respeto y decencia. A partir de los resultados de dicho estudio, se podrá plantear una estrategia enfocada a la promoción de los principios de honestidad, respeto, responsabilidad, tolerancia, transparencia, cooperación, libertad, consenso, cuidado del medio ambiente, solidaridad, autonomía y convivencia pacífica, entre otros, valiéndose de los medios al alcance del sistema educativo y de los actores sociales involucrados. El fin último de esto será incentivar una cultura de tolerancia cero a la corrupción, así como una cultura del trabajo sustentado en valores éticos. El modelo de el Plan Nacional de Prevención de la Corrupción tendrá como objetivo general fomentar una cultura de valores y sentido ético en la formación de los individuos-ciudadanos. Ello se perseguirá con base dos políticas: por un lado, la clarificación de valores y, por otro, la promoción de dichos valores en un marco ético. De la primera de estas políticas desciende una estrategia de acción concreta: el desarrollo de un modelo de educación sociedad-entorno, donde se asuma un conjunto de principios rectores de observancia claramente delimitados. De la segundad derivan dos estrategias más: promover la práctica de valores y ética de la anticorrupción para el ejercicio de una ciudadanía participativa; y promover una estructura formativa que impacte concienciando al individuo. La concreción del plan propuesto podrá llevarse a cabo a través de dos programas: uno de Cultura de la Tolerancia Cero a la Corrupción, dirigido a estudiantes de nivel básico y superior; y otro de Trabajo Basado en Valores Éticos, dirigido a servidores públicos y sector privado. En ambos casos, se diseñarán y lanzarán campañas de comunicación orientadas a la sensibilización y la creación de conciencia sobre la importancia de luchar en contra de la corrupción, valiéndose de los medios con que cuente el sistema educativo (pláticas en colegios, formación de profesores, medios escolares), los medios de comunicación masiva nacionales y locales (prensa, radio, televisión y medios digitales), y las organizaciones de la sociedad civil. Será indispensable establecer compromisos con estos tres sectores a fin de que colaboren en la difusión de los mensajes y la convocatoria a las actividades derivadas de los programas. En la Figura 4 se presenta una esquematización del origen y estructura del Plan Nacional de Prevención de la Corrupción propuesto Figura 4. Origen y estructura del Plan Nacional de Prevención de la Corrupción Elaboración propia con Cmap Tools v.6.04 Estas recomendaciones no sólo permitirán establecer las condiciones necesarias para garantizar la aplicación efectiva de las disposiciones de la CICC y el MESICIC en Panamá, sino que también servirán de guía para mejorar el contexto de regulación de los conflictos de interés en esta nación. Sin embargo, es necesario enfatizar que, si las disposiciones que establecen estos mecanismos regionales no son adoptadas como prioridades del Estado panameño, ni bajo el enfoque de políticas públicas, será difícil lograr que los actores políticos internos establezcan consensos para asegurar la aprobación legislativa de una ley que regule los conflictos de interés en Panamá. Además, la Organización de Estados Americanos deben establecer mecanismos más efectivos, para reforzar el carácter vinculatorio de las recomendaciones emitidas por el Comité de Expertos, con el objetivo de que los Estados parte realmente las incorporen en su legislación nacional.   BIBLIOGRAFÍA Autoridad Nacional para la Innovación Gubernamental [AIG]. s.f.. Acerca de. Panamá. AIG. Recuperado de: https://aig.gob.pa/acerca/ Agencia EFE [EFE]. 2019. Panamá es el quinto país con mayor percepción de corrupción en América Latina. EFE (en línea). Consultado el 26 de octubre de 2020. Recuperado de: https://www.efe.com/efe/america/economia/pan ama-es-el-quinto-pais-con-mayor-percepcion-de-corrupcion-en-america-la tina/20000011-4070633 ÁNGELES TORRES, M. y ALARCÓN ESPINOSA, F. 2017. Auditoría forense integral como fundamento de una gestión eficiente en contraposición con la corrupción y demás actos ilícitos en la administración pública. Revista Publicando, 12(2), 848-865. 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lunes, 17 de mayo de 2021

Refranes

1 Mojar el pan en muchas salsas. En la vida uno debe tener decisiones firmes y concretas. No jugar en dos bandos.

jueves, 6 de mayo de 2021

Al Sáhara Occidental , Venicia Chang

Milenarios, andariegos y cubiertos están bajo el astro que los ilumina, los calienta e irradia llevando melfah y d’aaras los vemos pasar entre las arenas de las gigantescas y doradas dunas, vienen y van trae el viento a los imazighen con gran cultura que brotan en cada paso que dan fortaleciendo sus almas y dejando pasar la obstinación del que los ocupa y del egoísmo reinal que construye muros pero no podrán acabar con el deseo de los vástagos del desierto occidental que devuelven la mirada para no olvidar fortaleciendo sus almas para el territorio liberar engendran la resistencia y los vemos clamar entre un hálito de añoranza y con sed de terminar para la expulsión del ocupante del terruño querido corazones ardientes palpitan ante la patria herida revistiéndose de fortaleza y ferocidad extrema con almas atesoradas que claman fiereza con mucha tenacidad, libertad y fuerza. Fuerza por liberar a los hermanos que vejados los mantienen en sitios paupérrimos y sin poder abrazarlos en las haimas esperan el día de reencontrarse así siguen clamando por libertad, en la tierra que es nuestra y que reviste signos de hermandad porque somos un pueblo alegre que le gusta vivir en paz con amor hacia el trabajo y las mujeres luchando están para que no desaparezca nunca nuestros sueños de libertad y los hijos en su actual silencio aprendan a gritar: que la tierra en donde nacimos es nuestra y de nadie más… Que las abuelas saharauis estén felices en su inmortalidad porque desde la diáspora no olvidamos jamás como matriarcas designadas tuvieron que estar que nos enseñaron a todos no desfallecer y a luchar para que se respeten nuestros derechos y podamos echar al invasor prepotente que reprime y se roba los sueños de libertad porque ocupa de manera despiadada el Sáhara Occidental ultrajando a nuestras mujeres que se enfrentan al poder colonial saquean nuestros recursos y no recibimos ningún real clamamos por la libertad del pueblo y gobernarnos desde la RASD vivir en paz es lo que exigimos y es nuestro derecho natural.

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