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Salíamos de la escuela
nos íbamos al interior
a disfrutar de las vacaciones
de la playa, del río y del sol.
En la finca al amanecer
podíamos gozar
de un aire puro y agradable
en cada despertar.
Ordeñábamos las vacas
luego, tomábamos el café
lo acompañábamos con queso fresco
y un poquito de miel.
En la finca a orilla del río
nos quedábamos durante las vacaciones
nos bañábamos incesantemente
y disfrutábamos del entorno.
Ayudábamos en las cosechas
de la sandía y del melón
comíamos de las mismas
y nos divertíamos a montón.
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Visitábamos la playa
los domingo por la tarde
comprábamos mariscos
y regresábamos a la casa.
Las cerezas, las guayabas,
las chirimoyas, las ciruelas,
los mangos y los aguacates;
se cosechaban en vacaciones.
Durante las vacaciones de verano,
podíamos disfrutar
de un sin número de frutas tropicales
deliciosas al paladar.
Tras las vacaciones de verano
nos embargaba la melancolía
extrañábamos la finca
y todo lo que allí se hacía.
Sólo nos quedaba
estudiar durante el resto del año
para que no nos cancelaran
las vacaciones de varano.
